Informática y Memoria Histórica en Manzanillo de Cuba

Resumen: Detallado y documentado relato de los esfuerzos por difundir y promover la Memoria Histórica en Cuba empleando las TICs y las dificultades para materializar el empeño.

Es tan difícil decir la verdad como ocultarla”.
Baltasar Gracián y Morales.

“[…] crear y transformar, que son los dos oficios naturales del hombre”.
José Martí.

Por: Delio Gabriel Orozco González.
Historiador.
Manzanillo de Cuba.

De los inicios.

El 20 de octubre de 2005, en el Teatro Manzanillo -el principal de la ciudad-, un grupo de amigos presentaba la primera versión de la «Enciclopedia Manzanillo». Este producto multimedia, resultado de la colaboración entre el Archivo Histórico y el Centro de Desarrollo de Software Educativo del Instituto Superior Pedagógico Blas Roca (SOFTEE), devino el primero de su tipo en el país al tratar de compendiar, usando los beneficios de las TICs, la historia y cultura de una urbe cubana.

A ese día se llegó a partir del momento en que Enrique Caymari Díaz, director del centro antedicho, le comentó a Delio Orozco González, regente del repositorio documental, la idea de hacer una multimedia sobre la ciudad. Ni cortos ni perezosos se dispusieron, desde sus respectivas responsabilidades, a instrumentar la idea cuyo resultado final vino a ser bautizado con el nombre de «Enciclopedia» por el octogenario y ya fallecido José Escala Manday (Nono), amador impenitente de la ciudad que lo vio nacer, hacer y morir.

Encargado de la programación estuvo Alexi Mendoza; quien, con una herramienta privativa (Director MX), hizo posible la consecución del sueño, mientras el diseño gráfico salió de la imaginería creativa de Frank Merladé. El producto se distinguía, del común de sus iguales, en que podía ser actualizada y no tomaba el control de la computadora pues permitía ser  minimizada como cualquier aplicación.

Para la presentación invitaron tantas personas como pudieron incluyendo el telecentro local, el cual, fue avisado e informado con tiempo suficiente del acontecimiento que se pergeñaba; empero, confirmación de la máxima martiana de que a las  estrellas no se sube por caminos llanos y presagio de la indiferencia, la dirección del medio no envió ningún reportero. Luego se supo habían priorizado una actividad en Ómnibus Escolares; pero no por ser esta más importante o trascendente que lo acontecido en el teatro; sino, porque necesitaban asegurar una guagua para un viaje de recreo.

Nace el sueño.

Aún no terminaba el 2005 cuando Orozco González se convenció de que el modelo seguido en la construcción de la Enciclopedia no era óptimo; en tanto, una triada impedía cualquier esfuerzo de generalización: 1.-) la herramienta constructora demandaba conocimientos especializados, 2.-) resultaba inviable que un grupo fuera de ciudad en ciudad construyendo las enciclopedias y 3.-) los modelos existentes (Encarta y Wikipedia) no se avenían a las condiciones insulares. Por los handicaps anteriores el historiador conversó y convenció a Víctor Fernández Bertot, Leonel Valdés Rodríguez,
Alberto Miguel Nuevo Rojo y Yordankis Fernández Pacheco para darse a la tarea de ejecutar un proyecto que aboliera las complejidades técnicas, sorteara la escasa conectividad existente y ofreciera a los profesionales de las Ciencias Sociales en cada municipalidad cubana un software que hiciera expedito su uso y brindara control absoluto sobre el proceso de construcción y actualización de las enciclopedias temáticas o sitios web que deseasen y lograren construir; mientras, el nuevo equipo se configuró a partir de la imposibilidad de los compañeros del SOFTEE de asumir la nueva concepción metodológica, pues, su responsabilidad en el diseño de programas educativos les absorbía las ocho horas de laboreo diario.

En febrero del siguiente año (2006), después de algunos análisis previos, se inició el desarrollo del programa informático al que dieron por nombre «Alarife», término de raíz árabe que significa «albañil», «maestro de obras» y como eso es lo que hace el programa: crear o generar una enciclopedia o sitio web temático, se sintieron a gusto con la gracia ofrecida al software. A la construcción del mismo dedicaron un sinnúmero de horas nocturnas, único horario posible; pues, todos debían cumplir con responsabilidades laborables durante el día. Trabajaban martes y viernes o a veces uno de los dos, especialmente el segundo, empezando a las 9.00 p.m hasta que el sueño los vencía, aunque todavía recuerdan la jornada en que Víctor y Delio obraron hasta el momento en que la aves canoras anunciaron el alba.

El espacio de encuentro y faena era el Archivo Histórico, entidad convertida por Orozco González en repositorio ya que en 1990, cuando llega al lugar, el sitio no era mucho más que un lugar donde, felizmente, César Sáiz Codina había atesorado para la posteridad el grueso de la papelería que hoy constituye el patrimonio del Archivo Histórico de Manzanillo «Modesto Arquímedes Tirado Avilés».

En esos instantes, como los esfuerzos fundamentales y la resolución de problemas recaía sobre el grupo gestor, el entusiasmo y compromiso echaban por tierra cualquier inconveniente. El primero y más importante en aquellos días resultó ser de carácter técnico; en tanto, no se tenía a mano un editor de RTF que convirtiera a formato HTML. La solución vino de Internet; pero, no tenían los 238.00 USD para pagar el componente llamado TRich View, propiedad del ruso Sergey Tkachenko. Convencidos de que la palabra tiene más fuerza que el cañón escribieron al propietario del programa explicando el objeto del proyecto y este, generosamente, ofreció una licencia con la única condición que se mencionara en los créditos. En la medida que avanzaba el diseño y creación del programa, pensaban en cómo generalizar el proyecto, esto era, extenderlo a otras partes del país e interesar a organismos, instituciones y empresas, no al uso de la enciclopedia generada; sino, al empleo de Alarife para construir otras enciclopedias, compendios o antologías temáticas de cualquier tipo: económicas, políticas, técnicas, culturales, deportivas, religiosas, sociales, naturales, etc; de este modo y sobre la marcha, el proyecto fue ganando cuerpo y definiendo las dos partes que lo componían: 1.-Alarife, el generador de Enciclopedias, 2.-La Enciclopedia o sitio web generada con Alarife.

Dirigía en esos momentos el Archivo Histórico Provincial Alexis Guerra Torres; quien, habíase desempeñado como funcionario del Partido Comunista en la provincia atendiendo el mayor esfuerzo historiográfico emprendido por el país hasta la fecha: la escritura de la síntesis histórica de las provincias y municipios cubanos. Por estar aún imbuido del espíritu investigativo en los predios de Clío y persuadido de la utilidad del proyecto que se levantaba, su comprensión no solo ayudó a concretar el empeño; sino, que consciente de que el trabajo es la única fuente cierta, concreta y perdurable de riqueza, decidió financiar la primera y hasta ahora, única herramienta informática cubana destinada a tales fines, quizás no estaba consciente de ello, pero presentía que apostar por la investigación deviene senda estable para el desarrollo; por ello, cuando llegó la hora de registrar el programa en el CENDA -la ley no contempla hacer el depósito legal a título personal-, la disyuntiva entre registrarlo individual o institucionalmente no pudo darse: Alarife había nacido, sin dubitación alguna, en y desde el Archivo Histórico de Manzanillo. Tiempo después, una persona con cierto prestigio en el sector de la ciencia y haciendo galas del «contra sí» que desde las estructuras de poder con más frecuencia de las que se cree debilita, congela y desanima, comentó: «Alarife está bien, pero fue ilegal». Razón tenía Joel James cuando decía que esta ínsula es un país en el que hay que arriesgarse todos los días; de no haber asumido tales riesgos, quizás los cubanos estuvieran todavía bajo la férula española.

En virtud del correo electrónico y la participación en una lista de correo vinculada al Software Libre (SWL), la idea fue difundida y llegó ante una integrante de la por entonces Oficina de Informatización de la Sociedad Cubana en La Habana; quien, mostró interés en participar del alumbramiento, por ello, se comprometieron a gestionarle pasaje de regreso y alojamiento; empero, la increíble pregunta de cómo se llegaba a la ciudad demostró no solo la falta de interés en lo que hacían; sino, un vicio que lastra el comportamiento y actitud de una parte de los que viven y trabajan en los centros directivos: la creencia de que solo ellos han sido elegidos por la providencia para crear, servir y ser útiles, mas, como medran en los niveles centrales, por esa misma razón se creen con derecho a disfrutar de un beneficio que solo otorga el talento y una obra puesta a los pies de sus semejantes. Por ello, con ironía nada disimulada le ofrecieron cuatro modos de llegar a Manzanillo:

1.-Vaya a la Terminal de Ómnibus situada Boyeros y reserve un boleto a Manzanillo, si le es imposible a su oficina lograr la reservación, puede optar por la lista de espera.
2.-En la Terminal de Ferrocarriles, situada en La Habana Vieja, puede reservar en el tren Bayamo-Manzanillo. El viaje por esta vía es demorado e incómodo, pero más seguro.
3.-Por avión también puede llegar hasta la ciudad. Desde el aeropuerto José Martí despegan dos vuelos semanales rumbo a Manzanillo.
4.-Si ninguna de estas opciones le es viable, puede llegarse hasta el puerto de La Habana y conectar con algún buque que en cabotaje circunvale la isla y llegue hasta nuestros predios.

Por supuesto, la «interesada» jamás vino a Manzanillo; concluyeron no le interesaba asistir a la presentación, solo acceder -sin el más mínimo esfuerzo-, a la tecnología que nacía.

Como antes ya había sucedido, la presentación de Alarife y la nueva versión de la Enciclopedia se concibió para el Teatro Manzanillo y ahora en saludo al 215 aniversario de la ciudad. Lázaro Expósito Canto, Primer Secretario del Partido en la provincia, quien había pulsado el clamor y el disgusto popular por el deplorable estado al cual había sido llevada la ciudad (aún permanece en tal condición) como resultado de la División Política Administrativa de 1976, organizó un notable festejo que, además de incluir la realización de obras de beneficio público y social, incluyó un grupo de actividades y entre ellas, la presentación de la Enciclopedia tenía su espacio. Fue así que el 11 de julio de 2007, a pesar del cansancio, los inconvenientes de última hora, de las tensiones naturales de todo alumbramiento pero con justo gozo por la obra realizada, aquellos cinco hombres ofrecían la «Enciclopedia Manzanillo 2007» y entregaban de manera generosa su experiencia para que todos aquellos que en Cuba y fuera de ella quisieran contar su historia y hacer valer su cultura, pudieran hacerlo por si mismos.

Comienza la caminata.

La concepción integradora de un proyecto como este, nacido a partir de la construcción de una simple multimedia, demostró un dueto de presupuestos y flameó con legítimo orgullo un timbre distintivo. Primero, la época en que un investigador solitario hacía notables descubrimientos y aportes al caudal de la ciencia había finiquitado para siempre, en tanto, el crecimiento exponencial del conocimiento, la ciencia, la técnica y la especialización, obligan al trabajo en grupo y aplicar nuevos paradigmas investigativos como la inter y la transdisciplinaridad; y segundo, confirmó el itinerario de la teoría del conocimiento, pues, el ciclo que va desde la percepción sensorial al pensamiento abstracto y de ahí a la práctica resultó ser la ruta seguida y no por planeación intelectiva, sino, porque fue este el dictado de la praxis. Finalmente, si bien es cierto que con sólita frecuencia los descubrimientos, invenciones y aportes son despojados de vestiduras éticas, el papel rector de esta categoría filosófica y los presupuestos idealistas que desde el inicio marcaron los afanes de esta obra de servicio común han resultado ser obsesión y variable distintiva de sus gestores; quizás por ello han seguido -como Prometeos modernos-,  lidiando contra el desdén y a veces la indiferencia que ignoran una propuesta, la cual, por sus objetivos y resultados deviene viable, liberadora, inclusiva, participativa, útil. Y aquí solo es dable deplorar, los hombres son como son y no como debieran ser.

Era de esperarse y así sucedió. Delio Orozco González, en su condición de coordinador del proyecto y por su orientación profesional resultó encargado de estructurar teóricamente las ideas además de representar el proyecto ante todas las  instancias. Con el núcleo teórico puesto en blanco y negro los creadores sabían que para interesar, convencer a otros y generalizar su propuesta era preciso  difundir y defender la misma en cuanto espacio u oportunidad académica se presentase. Como objetivo general definieron compendiar en formato digital la historia y cultura de las distintas localidades y/o comunidades cubanas; mientras los específicos fueron los siguientes:

1.-Brindar un medio alternativo para la promoción y defensa de espacios indentitarios.
2.-Ofrecer material bibliográfico de apoyo para el proceso docente educativo a nivel local y/o regional.
3.-Contribuir, a través del conocimiento, a la gobernabilidad.
4.-Amplificar las posibilidades de publicación en toda la geografía nacional.
5.-Ayudar a disminuir la brecha digital a partir de una mayor participación.

Sin embargo, el triunfo de una idea no depende solo de sus objetivos, necesita de resultados palpables, máxime si se localiza en el campo de la ciencia donde la prueba deviene definitoria y los recursos financieros, aunque mínimos, son requeridos para su concreción. Los frutos del proyecto conciben -a partir del uso de Alarife-, la obtención de una enciclopedia o sitio web temático con las siguientes características:

Multiplataforma: al estar construidas en HTML pueden ser consultadas en distintos sistemas operativos (Windows, GNU/Linux, Mac OS)
Portables: se pueden ejecutar desde un CD, DVD, memoria flash, discos externos u otro dispositivo de almacenamiento.
Actualizables: su diseño permite una constante actualización del contenido compendiado; esto es agregar, editar o borrar información.
Fácil manejo: no se necesitan conocimientos especializados para su uso, permisos de administración o previa instalación. Solo es preciso contar con una computadora o dispositivo (celular, tableta) que posea un navegador web (Firefox, Opera, Safari o Internet Explorer, aunque este último por sus vulnerabilidades y falta de compatibilidad no es aconsejado).

Distintos y variados fueron los espacios locales, provinciales y nacionales vinculados con la Historia, las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs) y las ciencias en general donde se promovió y dio a conocer el proyecto; también los reconocimientos alcanzados. Una semana después de presentado el proyecto (19 de julio de 2007), la Comisión del XVI Fórum de Ciencia y Técnica de la Sede Universitaria Municipal le otorgó la categoría de Relevante y en septiembre, igual Comisión pero ahora a nivel municipal, entrega Certificado de participación como ponente. Idéntica constancia extiende en noviembre la Facultad Regional de la UCI en Granma por la presentación de Alarife y la Enciclopedia Manzanillo en el “Primer Taller de Tecnologías Soberanas”; mientras el Jurado a nivel provincial del Fórum de Ciencia y Técnica en su primera etapa otorgaba la categoría de Relevante teniendo en cuenta “[…] el alto nivel científico, profesionalidad, nivel de generalización, novedad del tema […]”.

Recién iniciado el 2008, la Sede Universitaria de Manzanillo entregaba sendos reconocimientos a Delio Orozco González en quien, con motivo del Día de la Ciencia, se reconocían «los resultados en el trabajo de Ciencia y Técnica del año 2007»,  distinción otorgada a partir del trabajo dado a la luz pública en julio del año anterior. En ese mismo mes el historiador  participa como Jurado en el «XIX Encuentro de Estudios sobre las Guerras de Independencia», convite donde expone la experiencia, divulgada por la prensa holguinera en los términos siguientes:

En Manzanillo, primera enciclopedia sobre historia local.

Informáticos, diseñadores e historiadores de la provincia de Granma crearon la Enciclopedia Manzanillo, medio alternativo para su empleo en el campo de la investigación y de la enseñanza.

El nuevo manual se utiliza fundamentalmente en bibliotecas, escuelas y centros laborales con fines didácticos y una de sus copias fue donada al museo Casa Natal Calixto García Iñiguez, de la oriental ciudad de Holguín.

Delio Orozco, jefe del grupo gestor del proyecto, explicó a la AIN que esta es una vía mediante la cual también es factible preservar el legado de la oralidad, pocas veces difundido en los textos sobre la historia de Cuba.

Orozco, historiador de la ciudad de Manzanillo, de más de 100 mil habitantes al sur de la provincia de Granma, destacó que el texto digital muestra fotografías, videos, anécdotas, leyendas y tradiciones acerca de esa región.

Esta experiencia es única en la Isla y dispone de las herramientas necesarias para reproducirse en los distintos municipios del país.

La Enciclopedia Manzanillo, luego de las pruebas por parte de sus creadores comenzó a usarse oficialmente desde el 2005, y por su valor educativo se insertará a la red de Internet a partir del próximo mes de marzo.

Avales tampoco faltaron, no solo de instituciones locales, sino, de centros nacionales y expertos. El Archivo Nacional de Cuba (ANC), en la persona del Director de Informática señalaba:

El Archivo Nacional de la República de Cuba, como parte del Sistema Nacional de Archivos reconoce en el proyecto de Enciclopedias Digitales, el cual constituye una propuesta cognitiva y patriótica desarrollada por el Archivo Histórico Municipal de la ciudad de Manzanillo, un aporte notable para la difusión y socialización de la Historia y la cultura en Cuba.

[…]

Las Enciclopedias Digitales de los distintos municipios cubanos y/o personalidades de nuestra historia, además de resultar magnífica fuente de información y aprendizaje, brindan a los Archivos Históricos Cubanos un eficaz medio para difundir y socializar la documentación y el saber por ellos atesorados, permitiéndoles imbricarse de manera activa y aportadora en la Red de la Ciencia y perfeccionar el cumplimiento de su misión social.

Y Jorge Ibarra Cuesta, figura imprescindible de la historiografía cubana, comentaba en un correo electrónico a su colega manzanillero:

La Enciclopedia de Manzanillo nos ha enseñado que la Historia de Cuba comienza por la historia de la patria chica. Así empezó a formarse la nación cubana, desde los siglos XVII y XVIII, desde las raíces mismas de la tierra en que habían nacido los manzanilleros, bayameses, camagüeyanos, espirituanos, villareños, tuneros, holguineros, guantanameros, santiagueros, cienfuegueros, avileños, trinitarios, baracoenses, matanceros, pinareños… habaneros. Fue la protesta de los cabildos y de las comunidades regionales contra las autoridades españolas la que dio origen al sentimiento de patria chica y luego al de la patria grande.

La cruzada evangelizadora no se detuvo y en marzo, la Comisión de Ciencia y Técnica del Municipio Manzanillo -organizadora del XVI Fórum-, reconociendo los aportes y el valor del trabajo entrega la condición de Relevante a la ponencia «Enciclopedia Digital» y en diciembre el Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas en Granma, considerando que dicho producto devenía reservorio informativo y fortaleza para el trabajo comunitario en el territorio, decidió también entregar Reconocimiento a la «Enciclopedia Manzanillera». Antes de terminar el 2008 y bautizado como «Enciclopedias digitales: vía para la difusión y socialización del conocimiento histórico y cultural en Cuba», el proyecto fue presentado a la Delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), entidad que lo reconoció como resultado «Científico Técnico Destacado de la provincia Granma en el período en curso según Resolución 34/98 del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente», título que hizo firme con la entrega de Reconocimientos a los integrantes del equipo en enero siguiente.

La infeliz decisión de eliminar la celebración del Fórum de Ciencia y Técnica a nivel nacional a partir del 2008, privó al proyecto de la posibilidad de que algún representante en estructuras de poder y con capacidad de decisión pudiera evaluar, interesarse e intentar poner en práctica en otros escenarios una alternativa viable. Lamentablemente había nacido con un estigma: era el resultado de la obra y el empeño de quienes, viviendo en un reducto de la Cuba profunda, padecen el karma del fatalismo  geográfico, el peso del desequilibrio territorial, la agreste ruta de la burocracia a través de la verticalidad institucional, el  centralismo en la toma de decisiones y la maldición municipal. Raro, muy raro resulta el hecho de que a estas alturas no hayan abandonado el sueño o el territorio; pero, como dice con frecuencia Orozco González citando a Eliseo Diego: “Uno no nace en un sitio por azar; sino, para dar testimonio” y recuerda que viven, sufren y hacen en una ciudad donde la orquesta Original de Manzanillo, peleando a contracorriente y desafiando toda lógica ha logrado convertirse en sello identitario no solo de la ciudad, sino de la música cubana.

La «Enciclopedia Manzanillo» resultaba la prueba incontrastable de que la ensoñación había dejado de ser quimera; empero, se precisaba de nuevas evidencias por cuanto mientras más frutos se mostraran a las estructuras decisorias la canalización del proyecto podría resultar expedito. Por lo antedicho establecieron un convenio de colaboración con la Casa Natal de Carlos M. de Céspedes en Bayamo y fruto de tal negociación -en febrero de 2009- nacía la «Enciclopedia Carlos M. de Céspedes», primera dedicada a una gran personalidad de la Historia en Cuba. El periódico Granma reseñó el acontecimiento de la  siguiente manera:

BAYAMO.-La primera Enciclopedia Digital cubana sobre la vida y obra de un personaje histórico, ha sido dedicada en esta ciudad granmense a Carlos Manuel de Céspedes, en ocasión de cumplirse el 27 de febrero el aniversario 135 de su desaparición física.

Nuria Quevedo Gálvez, relacionista pública del museo Casa Natal del iniciador de nuestras luchas independentistas, destacó a Granma que el compendio fue realizado por el equipo metodológico de la institución de conjunto con el licenciado Delio Orozco González, director del Archivo Histórico del municipio de Manzanillo.

Facilitó el trabajo -agregó Nuria- el empleo de ALARIFE, herramienta que permite difundir y socializar el saber aun sin conocimientos de diseño gráfico o programación web.

La colocación de esta enciclopedia en Internet pondrá a disposición de todo el mundo las investigaciones más actualizadas acerca del prócer bayamés, realizadas por sus principales biógrafos en el país.

Dicha información, distribuida en siete niveles: bibliografía activa y pasiva, biografía, iconografía, itinerario, casa natal y familia, constituye un importante y necesario material de consulta.

Claro, la directora de la Casa Natal no era un cuadro cualquiera. Antonia Buitrago, conocida en el gremio con el sobrenombre de Toñita, sentía tal pasión por la vida y obra de Céspedes y estaba tan convencida de su responsabilidad que, emulando un destino manifiesto, hasta esposa del Padrazo decía ser; por ello, solo bastó hacerle saber la intención de crear una enciclopedia del Magno de la Demajagua para que, como un resorte, dispusiera personal, recursos financieros, tiempo y su computadora con el objeto de llevar a puerto seguro el resultado, el cual, presentado en el patio de la señorial casona ha servido de referente para la obtención de información sobre la vida y obra de quien hizo hombres a los cubanos al instante de hacerlos libres.

Conscientes como nunca antes de la máxima de Gabriel García Márquez de que «en tiempos mediáticos quien no está en los medios no está», iniciaron gestiones para publicitar en la prensa lo alcanzado hasta ese momento, que no era poco por cierto. Eligieron el periódico Juventud Rebelde por ser este el único de alcance nacional que aún orla sus páginas con una sección dedicada a las TICs. Después del contacto con el periodista responsable de la columna (Amaury del Valle), este delegó la escritura del artículo en su colega y corresponsal del rotativo en Granma, Osviel Castro Medel; quien, en una mañana de septiembre se trasladó hasta el repositorio manzanillero y con los ojos de la inteligencia y el corazón pudo constatar el esfuerzo y los resultados. “Un albañil digital”, así tituló el reportero sus impresiones de lo hecho en ese recodo del verde caimán, publicado en el rotativo con fecha 9 de octubre de 2008. Aquí algunas de sus impresiones:

-Fueron varias noches de «parto intelectual»; incontables horas en las que se rompieron la cabeza hasta que, a la postre, hicieron nacer a su hijo digital.
-Alarife es un término de procedencia árabe que significa maestro de obra, constructor, albañil… En este caso tal denominativo se convirtió en un generador gratuito de enciclopedias temáticas, que a la vez permite crear, editar, organizar y gestionar documentos personales, de una empresa u otra institución. Según Leonel Valdés, del Centro de Desarrollo de Software manzanillero, «para crearlo laboramos con técnicas modernas de programación».
-La Enciclopedia de Manzanillo, elaborada con el citado programa, es otro de los logros de este grupo de atrevidos.
-El investigador expone que uno de los propósitos de la enciclopedia es que sirva de material de consulta o de apoyo bibliográfico en escuelas, universidades y centros de trabajo […]
-«También hacemos coordinaciones para comenzar a apoyar la creación de enciclopedias en Bayamo, Niquero y Jiguaní», enfatiza Orozco. Para él, soñador de los grandes, eso sería otra conquista […].

Sabía el quinteto que la gota no horada por su fuerza sino por su persistencia, por ello, no obliteraron la voluntad y continuaron con los afanes de difusión en tanto comprendían asimismo que nadie da lo que no tiene ni ama lo que no conoce. Llevar la experiencia a un escenario propiamente tecnológico resultaría de utilidad validadora, por tanto, enterados de la celebración en La Habana de la “XIII Convención y Feria Internacional Informática 2009”, enviaron su propuesta que, admitida por el Comité Evaluador del evento «IV Congreso Internacional de Tecnologías, Contenidos Multimedia y Realidad Virtual», resultó expuesta en línea y recibió cerca de diez intervenciones, todas favorables.

No se detenían en la labor evangelizadora y durante todo el año calendario 2009 y 2010, cual profetas de una buena nueva, se presentaron en varios eventos auspiciados por disímiles organismos e instituciones locales y provinciales: museos,  bibliotecas, archivos, universidades; sin embargo, algo no estaba funcionando, se reconocía el aporte pero nada se hacía por su generalización, mal que lastra la ciencia en Cuba y que habían percibido como eco lastimero de otros colegas cuando compartían experiencias en los corrillos del Fórum de Ciencia y Técnica u otros espacios dedicados a la invención como la ANIR, fantasma que ronda cual ánima en pena fábricas y empresas y que si aún se habla de ella, es por ser hija de un soñador impenitente: el Che. Era hora pues de cambiar de estrategia, tocar otras puertas, saltarse canales atascados, ignorar el desdén y cruzar los dedos.

Antecedente de estas nuevas formas de gestionar la implementación del proyecto debe buscarse en el mensaje enviado (octubre 2007) por Delio Orozco González a Eliades Acosta, por ese entonces Responsable de Cultura del Comité Central del Partido, donde le explicaba la idea, sus beneficios y estrategias para su consecución. El funcionario respondió al historiador:

Te agradezco la reiteración del mensaje, que ya había recibido. Si no te acusé entonces recibo fue debido a que lo envié a Carmen Rosa Baéz, quien por los programas de la Batalla de Ideas atiende esta esfera de trabajo. Ella me comentó, con posterioridad, que te contactaría, lo cual suponía ya había hecho, y que le interesaba la propuesta. Su E Mail es [email protected], puedes escribirle diciendo lo que aquí te comento. Espero que todo salga bien, un abrazo:

Pero la gestión con la compañera Carmen Rosa Baéz no fructificó, ni siquiera recuerdan se haya producido el contacto.

En uno de los recesos del VII Congreso de la UNEAC celebrado en abril de 2008, Delio Orozco González, delegado del mismo, platicó con Elba Rosa Pérez Montoya, encargada de atender los asuntos vinculados con la ciencia en el Comité Central del Partido. Se conocían desde hacía tiempo atrás cuando en un Pleno Nacional de Archivos, el historiador le pidió se quedara en uno de los salones del antiguo Capitolio Nacional donde estaban reunidos para que pudiera ver lo que hacían los manzanilleros en favor de la historia y la cultura, más no solo desde una perspectiva histórica y cultural con el tema de las enciclopedias; sino, con el desarrollo de otras aplicaciones informáticas dedicadas a la difusión y conservación del patrimonio documental. En los predios del Palacio de las Convenciones, sede del fórum de los intelectuales, el historiador expuso el trabajo, las ideas, las posibilidades; también la frustración que los embargaba por la imposibilidad de extender a toda la geografía antillana una experiencia que ya se sabía útil, barata y provechosa. La funcionaria partidista quedó comprometida en hacer gestiones favorables.

Aprovechado una visita a Manzanillo del entonces Ministro de Cultura Abel Prieto, el historiador expuso los resultados alcanzados y las potencialidades para un entorno como el cubano, entregó además copia de la «Enciclopedia Manzanillo» y los documentos contentivos a la experiencia. Al culminar el diálogo con los intelectuales locales -sostenido en la sede de la UNEAC-, el representante estatal reconoció el esfuerzo y los beneficios que productos como la «Enciclopedia Manzanillo» podían comportar para la cultura cubana; empero, nada más allá de ese reconocimiento fue lo que obtuvieron para el proyecto.

Si alguna institución podía hacer suya la experiencia y extenderla a todo el país -pensaba Orozco González-, ese era el Instituto de Historia de Cuba y por varias razones. Este centro de investigaciones, localizado en el antiguo Palacio de Aldama en La Habana, había conducido con bastante éxito organizativo el proyecto de las síntesis histórica de las provincias y municipios cubanos, condensados cognitivos que por varias razones no habían -aún no han podido-, ser publicados en su totalidad; de modo que, el uso de Alarife y la construcción de Enciclopedias Temáticas en cada una de las localidades cubanas le venía como anillo al dedo a este intento historiográfico en tanto podía derribar las dificultades vinculadas a la carencia de materia prima, el reducido número de ejemplares, los problemas editoriales y el estrecho marco temático, dificultades insolubles que aún atenazan el cuajo definitivo de un proyecto en el cual se invirtió tiempo, dinero, recursos humanos e inteligencia. Arguyendo las razones antedichas se dirigió el historiador manzanillero a Raúl Izquierdo Canosa, en ese momento Presidente del mencionado Instituto y explicó lo que otras tantas veces había hecho, poniendo al regente del centro -adscrito al comité Central del Partido-, al corriente de los deseos y esperanzas que animaban al grupo manzanillero. Tiempo después (2010), en un evento celebrado en el Museo Provincial de Granma, Izquierdo Canosa tuvo la oportunidad de ver en una detallada exposición de qué se trataba lo que con tanta pasión le comentaba Orozco González y a la entrada de la Casa Natal del Padrazo Carlos M. de Céspedes, contigua al museo, le dijo -más o menos-, a su homólogo: “No me imaginaba que el proyecto era así; házmelo llegar para evaluarlo”. Presenciaba la conversación el entonces presidente de la Unión de Historiadores de Cuba (UNIHC) en Granma; quien, quedó comprometido en entregar la documentación, promesa que incumplió tan fresco como una lechuga; no obstante, los materiales llegaron a su destino.

A concretar la evaluación realizada por el Comité Académico del Instituto de Historia de Cuba contribuyó Elba Rosa Pérez Montoya; quien, honrando su palabra, tomó las provisiones pertinentes. Sin embargo, la evaluación se redujo a un grupo de observaciones que no hacían otra que reiterar las mismas consideraciones estampadas en la documentación, limitándose a sugerir se encontrara una institución capaz de financiar el proyecto. El único trigo visible, pero nominal a fin de cuentas, fue la inclusión de la propuesta en el Programa Nacional de Historia porque formar parte del mismo no condujo a generalización alguna. Después de esto una amiga de Orozco González le comentó en plática personal: “Saliste a relucir en una reunión del Comité Central porque se estaba analizando el tema Historia y el representante del Instituto de Historia habló del proyecto de las Enciclopedias”. Fue esa mención el peldaño más alto al cual llegó este otro intento.

Era práctica de la gestión política de Lázaro Expósito en los años que estuvo al frente del Partido Comunista en la provincia Granma el diálogo frecuente con los intelectuales, gesto retomado alguna que otra vez por quienes le sucedieron en tal responsabilidad. En uno de esos encuentros verificados en la sede de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en la ciudad, Delio Orozco González volvió de nuevo sobre la utilidad e importancia de la construcción de Enciclopedias Digitales. Presente en la reunión estaba Manuel Álvarez Vázquez, Director de Cultura Provincial; quien, reconoció no era la primera vez que oía al historiador con tales inquietudes, estimaba además, era esta una propuesta beneficiosa a la cual debía prestársele atención y más que ello apoyo. Algún tiempo después de este pronunciamiento Orozco González se entrevistó con el directivo de cultura y acordaron que el primero participara en el Consejo de Dirección del Sistema de la Cultura en Granma a celebrarse en septiembre de 2013. Hasta la extinta Academia de Artes Plásticas de Bayamo -Oswaldo Guayasamín-, llegó el manzanillero quien empleando un “data show” expuso a los directivos de cultura el núcleo duro de un proyecto que tenía ya ocho años de vida. Terminada la exposición Manuel Estrada tomó una decisión que regocijó a Orozco, pues, este jamás había oído a nadie con tal determinación resolutiva en torno al proyecto que, como vendedor ambulante, anunciaba de puerta en puerta: “Es preciso que, entre los objetivos de trabajo para el próximo año, todo el mundo inscriba la realización de las enciclopedias de sus respectivos municipios”, dijo enfáticamente el Director; empero, una cosa es el deseo y otra la práctica; por cuanto, a pesar de la indicación ninguno de los directores en los diferentes municipios hizo algo por llevar a vías de efecto lo acordado, salvo el joven directivo de Guisa quien estuvo siempre dispuesto a contar con la enciclopedia para su municipio. Lamentablemente, las dificultades económicas y lo escabroso que resulta llegar por medios propios al montañoso municipio, han impedido la consumación del sueño en este territorio.

Mucho más cercana a los integrantes del grupo de trabajo estaba la Dirección de Cultura en Manzanillo, entidad que en la persona de su director William Barrero Mompié tomó la decisión de hacer una enciclopedia del arte y la literatura en el territorio, resultado alcanzado en apenas tres meses y presentado oficialmente el 14 de diciembre en saludo al Día del Trabajador de la Cultura. Coherente en su implicación y compromiso moral, el Director Provincial de Cultura, cursó nueva invitación al historiador para que, en compañía de William, mostrase ante el mismo Consejo de Dirección la obra realizada como prueba irrecusable de su viabilidad; y de nuevo el deseo explícito del director del montañoso municipio de Guisa y las mismas dificultades para consumar el empeño. Hacía falta pues, algo más que deseo y confirma el aserto precedente las gestiones iniciadas con la Dirección de Cultura en Yara (distante de Manzanillo solo 17 kilómetros) las cuales emularon la combustión de una sustancia de alto octanaje; o sea, arde rápido e intensamente pero se agota con prontitud. A estas alturas resultaba evidente la necesidad de una indicación superior y firme para poder materializar la creación de enciclopedias y sitios web temáticos, dejarlos al impulso individual es confirmar la angustia de Simón Bolívar cuando decía haber sembrado en la arena y arado en el mar.

Aprovechar el espacio del VIII Congreso de la UNEAC devino alternativa para presentar ante un foro de tanto alcance y diversidad la obsesión que asaltaba al cuarteto, no por estar perturbados anímicamente, sino, porque les dolía y no entendían que un resultado probado y eficaz no llamara la atención de los decidores. La «Enciclopedia Manzanillo», con cerca de 500 artículos, más de 800 fotos, 20 canciones, 9 vídeos y más de una veintena de libros en formato .pdf, se había convertido en el mayor y más completo compendio informativo sobre la ciudad acunada a orillas del Guacanayabo; mientras su uso por estudiantes de todos los niveles del sistema de enseñanza y referencia obligada para interesados en su historia y cultura devenía alegato indubitable. Para la cita de los intelectuales Orozco González escribió:

Por tanto, como hacer resulta el modo más efectivo de convencer, pongo en manos del Ministerio de Cultura mi experiencia en la construcción de Enciclopedias digitales temáticas, empleando tecnologías libres para difundir, promover y socializar, desde los mismos sitios donde se construye el decurso histórico de la nación (los municipios), el constructo que, en magnífica diversidad, nos identifica y distingue como país. La decisión tomada por la Dirección de Cultura en Granma hará posible que dentro de un año a más tardar, si se trabaja como se debe, cada una de los municipios podrá contar con una enciclopedia portable, multiplataforma y de fácil manejo que amplificará las potencialidades de publicación en todo el territorio de su competencia; servirán de apoyo al proceso docente-educativo en tanto bibliografía local y regional; incluirán a todos los intelectuales, que no solo los que aquí estamos laboramos con el intelecto; ofrecerán información actualizada, pertinente y precisa que podrá ayudar a las estructuras de poder en la toma de decisiones; podrán servir de fuente de completamiento a ECURED con información validada y verificada; además de convertirse, si así lo deseamos, en el rostro de cada rincón cubano ante el mundo.

Lamentablemente, Delio no pudo leer su alegato en el Congreso; la no propiciatoria organización dada al mismo y el poco tiempo disponible lo impidió. Al terminar la última sesión entregó al Ministro de Cultura el texto conteniendo el ofrecimiento; parece que Julián González no lo leyó y si lo hizo, no saben que opinión le valió; mientras el fracaso de lo pergeñado en Granma y anunciado en el texto crucificó -de nuevo-, otra oportunidad.

Atenazado por angustias existenciales y la imposibilidad de solventar necesidades perentorias, Yordankis Fernández Pacheco consigue un contrato de trabajo en Sudamérica a finales del 2013 y va a tierras extranjeras a brindar su concurso. Allí sirve, con su saber informático, al gobierno que le ofrece medios de ganarse el pan con lo sabe hacer; también se siente útil. Menguadas las fuerzas resulta perentorio encontrar remplazo y lo hayan en Maikel Pernía Matos quien, al día de hoy, es el programador más prolífico con que cuenta la municipalidad. El grupo, que ha dado en llamarse “Manzinella Digital”, en clara referencia al nombre de la ciudad y el árbol que la caracteriza, no ceja en su empeño y mejora las plantillas que sirven de soporte a las enciclopedias y sitios web generadas con Alarife las cuales, ahora, poseen la condición de adaptarse a las pantallas de los nuevos dispositivos que van penetrando el tejido social: tabletas y teléfonos celulares.

El Software Libre (SWL) y su impacto.

Richard Stallman, ex-ingeniero del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), fue el primero en percibir la torcedura y las nefandas consecuencias derivadas de la privatización del conocimiento humano a partir de las licencias privativas que las grandes compañías aplicaban a los programas y productos informáticos; nacía, según él, una nueva esclavitud y era preciso hacerle frente, de modo que se dio a la tarea que crear un movimiento que con el tiempo ha devenido paradigma de colaboración y libertad: el Software Libre (SWL). La creación de la Free Software Foundation (FSF) y las licencias de uso público (GPL) han resultado cardinales para luchar contra los intereses oligopólicos en un mundo donde la posesión de la información y el conocimiento deviene activo de poder. La red, con todas sus acechanzas -aparente o reales-, fue decisiva para la creación de esta coalición que -cual cultura de resistencia- existe, crece y se manifiesta a contracorriente de los itinerarios trazados por los centros plutocráticos y dominadores.

El otorgamiento transitorio de acceso a Internet que, en 2007, la Informática de la Dirección Municipal de Cultura ofreció a Orozco González por dos razones básicas: Personalidad de la Cultura en el Municipio y coordinador del trabajo en torno a las enciclopedias, resultó providencial para el futuro proyecto, en tanto el descubrimiento del SWL le permitió redefinir la concepción tecnológica de Alarife y eliminar los elementos que lo lastraban; pues, había sido programado en Delphi, software privativo del cual no se tenía licencia, además, como existe hasta el momento solo para el sistema operativo Windows, hacía inviable su empleo en otras plataformas, especialmente GNU/Linux. Si el impacto desde el punto técnico devino en saldo positivo, el uso de un lenguaje de programación libre (PHP) resultó ganancia neta al eliminar las implicaciones éticas y legales que, cual espada de Damocles, se cernían sobre la aplicación al resultar construida con una herramienta privativa y sin licencia, por ello “pirateada”. A partir del año 2009 y sin la presencia de Leonel Valdés, el ahora cuarteto se dio a la tarea de reconvertir Alarife en SWL al concebirlo como una aplicación web, también cliente-servidor.

Mas, el influjo benéfico del SWL no se constriñó al generador de enciclopedias y sitios web temáticos; sino, que colocó al repositorio manzanillero en la vanguardia del uso de esta tecno-filosofía entre sus pares del país. Delio Orozco, consciente de que es preciso pensar globalmente pero obligatorio obrar localmente y convencido al mismo tiempo de que las libertades del software libre constituyen poderosa palanca creativa, se dio por entero a la difusión de este movimiento y sus principios que, en número de cuatro, plantean:

1.-La libertad de usar el programa con cualquier propósito.
2.-La libertad de estudiar cómo funciona el programa y modificarlo, adaptándolo a tus necesidades.
3.-La libertad de distribuir copias del programa, con lo cual puedes ayudar a tu prójimo.
4.-La libertad de mejorar el programa y hacer públicas esas mejoras a los demás, de modo que toda la comunidad se beneficie.

Para finales del 2012 el Archivo Histórico de Manzanillo se convertía no solo en el primer repositorio del país en verter toda su insuficiente tecnología informática a SWL; sino que, haciendo empleo continuo de sus posibilidades, había creado y continuaba una sostenida carrera por ofrecer herramientas libres para diferentes usos, entre ellos los archivísticos. A este logro había contribuido el vínculo con Abel Meneses Abad, profesor y Jefe del Departamento de Producción de la Facultad Regional de la UCI con quien Orozco González no solo compartía ideales, sino afectos y amistad. Tal relación, extendida a otros colegas del mencionado Departamento, arrojó como resultado que en 2011 por vez primera y en los territorios de lo que es hoy la provincia Granma, se celebrara el Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre (FLISOL). De este modo el repositorio manzanillero se convertió en uno de los organizadores de los supradichos festivales durante el bienio 2012-2013; mientras el celebrado en el 2014 se coordinó con el Joven Club Provincial por cuanto la desarticulación de las estructuras de la UCI, en virtud de su traslado a la capital provincial, impidió pudiera esta desempeñar el papel que tiempo atrás había jugado en la vertebración de tales eventos. Para abril del 2015, el Archivo, con la ayuda del Departamento de Informática de la Universidad Pedagógico Blas Roca y otros colegas, llevó a vías de hecho la realización del FLISOL, el cual, si bien no tuvo la concurrencia de otras veces, permitió constatar que el SWL vive y es sostenido en predios
manzanilleros por el repositorio local. La reseña ofrecida por la prensa nacional (Juventud Rebelde) días después y titulada “Informática en estilo libre”, confirma el aserto:

Su origen es diverso. Lo mismo son profesores, que historiadores o especialistas informáticos. Están por toda Cuba y, según lo acontecido hace solo unos días, parece que se multiplican.

Nos referimos a un grupo de usuarios que desde La Habana, Manzanillo, Isla de la Juventud, Santiago de Cuba y Holguín celebró el Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre (Flisol), para intercambiar experiencias y conocimientos en este campo, un evento que se realiza de forma paralela en varios países del continente el último sábado de abril.

«El software libre no es una tecnología, es un movimiento tecno-filosófico cuya mayor apuesta es por la libertad; además, es socialmente justo, tecnológicamente viable y económicamente sostenible, tres pilares clave para cualquier sociedad», afirmó el historiador Delio Orozco, director del Archivo Histórico de Manzanillo, quien tuvo a su cargo una de las presentaciones realizadas en el evento de esa ciudad granmense.

Delio es una de las personas con las que contactó Juventud Rebelde para conocer sus impresiones acerca de este movimiento en Cuba, la situación actual y perspectivas futuras. Su criterio responde a la interrogante acerca de la importancia que tiene conocer sobre software libre para cualquier persona, esté vinculada o no con el mundo informático.

Delio Orozco consideró «cardinal y estratégico» comenzar de inmediato la enseñanza de software libre en todos los niveles de educación y dejar de impartir sistemas privativos. El historiador propuso además iniciar, controlar y hacer cumplir una estrategia de migración escalonada a todos los niveles en las estructuras estatales.

Consideró que es necesario potenciar la difusión, promoción y socialización de estas herramientas.

Orozco sugirió también permitir el registro intelectual a título personal mediante el empleo de las licencias de software libre, de las creaciones nacionales de este tipo, algo que «sería harto beneficioso y estimulante para el desarrollo del capital humano que hemos creado».

Hugo Florentino Ferreira coincidió con Orozco en la necesaria implementación de estas herramientas dentro del método de enseñanza escolar.

Si bien es cierto que la celebración de los FLISOL resultó una contribución notable a la difusión del SWL, el desarrollo de aplicaciones y productos libres vino a ser confirmación irrecusable del poder de la creación y el acto de compartir. Con el trabajo mancomunado de los ingenieros Maikel Enrique Pernía Matos, Roberto Hamlet Leyva Ramos y el arquitecto Alberto Miguel Nuevo Rojo se creó REPOGUTL, único repositorio cubano de productos libres y gratuitos que al día de hoy, hospedado en los portales del Joven Club Provincial y el Archivo Histórico, ofrece una lista de 83 productos y programas divididos en dos grandes categorías: programas y productos, los cuales se subdividen en varios renglones contándose entre los primeros Programas Desktop o de Escritorio, Programas Web, Código Fuente y Scripts; mientras los segundos agrupan Apariencia, Diccionario, Documentación, Enciclopedias, Metodologías y Paseos Virtuales. Por cierto, el único paseo virtual contenido en REPOGUTL: “Recorrido Virtual por el Patrimonio de Manzanillo”, construido en apenas dos meses, brotó de la íntima colaboración entre el archivo manzanillero y el antedicho Departamento de la Facultad Regional de la UCI donde el joven ingeniero Leyva Ramos con tecnología desarrollada en su centro muestra lugares paradigmáticos de la arquitectura citadina. Notable colofón de la cooperación entre ambas organizaciones fue la creación de Doclux, herramienta para el tratamiento de imágenes de archivos por lote, única de su tipo en el país y que espera, junto a otros programas informáticos destinados al mundo archivológico, por su aplicación en la red de repositorios cubanos para que estos puedan dar el salto tecnológico que los ubique a la vanguardia de sus pares en Hispanoamérica.

Empero, el mayor aporte del SWL a la cruzada por la Memoria Histórica que desde los archivos históricos cubanos se ha materializado vinculado al patrimonio documental, estriba en la creación de «Archiux», sistema operativo libre con base en la metadistribución Debian, gestado, programado y concretado en el archivo manzanillero. Fueron Pernía Matos, Orozco González y Nuevo Rojo los encargados de crear el primero y hasta el momento unigénito sistema operativo libre dedicado al trabajo archivístico; pues, en el menú del mismo se localiza una entrada nombrada “Archivística” la cual da acceso al Directorio de los archivos históricos pertenecientes al CITMA, la legislación que sobre la materia ha generado el país, las normas internacionales, manuales de tratamiento e indización documental y, por supuesto, todas las herramientas informáticas libres desarrolladas en el archivo de la costera ciudad, programas estos capaces de permitir una gradual y eficaz migración hacia estándares libres, solución adecuada a las condiciones insulares en tanto dicha tecno-filosofía resulta tecnológicamente viable, económicamente sostenible y socialmente justa, ello sin hablar de tópicos como la soberanía y seguridad tecnológica y el aprovechamiento del talento miles de informáticos graduados en los últimos años, muchos de los cuales vegetan como operadores de máquinas computadoras en disímiles lugares.

Un excurso obligado.

Discurría el año 1995 y como Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular el Reverendo Raúl Suárez, Director del Centro Martin Luther King Jr., visitaba Manzanillo. Delio Orozco, en su condición de Historiador de la Ciudad -de facto- y especialista del Archivo Histórico recorría con el religioso varios lugares hasta que llegaron al Altar de la Patria; o sea, el Museo y Monumento Nacional La Demajagua. Allí, cobijados a la sombra de un inmenso algarrobo el prelado le pregunta: -“¿Así que tu eres el Historiador de la ciudad?” Su interlocutor le responde: -“Soy Historiador de formación; pero mi centro de trabajo es el Archivo Histórico”.

Raúl Suárez vuelve a indagar: “¿Y tienen computadoras allí?” Orozco dice, tajante: -“Ni máquina de escribir”. Entonces el Reverendo hace una promesa que cambiaría para siempre la historia del repositorio manzanillero y los que allí laboraban y aún laboran: “En la próxima caravana de Pastores por la Paz deben venir computadoras, ponte de acuerdo con nosotros para donarles un equipo de computo”. Ese mismo año el historiador va a La Habana, llega al centro ubicado en 100 y 51 donde le entregan una computadora y una impresora Epson de carro corto que trae a su ciudad en avión. La PC era una IBM 8088, con 640 Kbytes de memoria RAM, un disco duro de 20 Megabytes, dos torres de disquetes de 5 ¼ pulgadas y un monitor monocromático con letras color naranja. Visto en perspectiva y teniendo en cuenta el brutal desarrollo tecnológico acaecido en los últimos años, aquel equipo resulta hoy un joya del Pleistoceno informático; empero, ¿cuántos archivos, en especial
municipales, tenían un equipamiento como ese? Ninguno, puede afirmarse sin temor a equivocaciones. A partir de ese instante el aprendizaje y uso de las TICs para la gestión documental y la promoción de la historia y cultura se situó en el centro de la estrategia del repositorio y le permitió catapultarse hasta el lugar de vanguardia que ocupa en la actualidad por el empleo de las mismas en la gestión y socialización del patrimonio histórico-cultural y documental.

En aquellos años el valor de este tipo de equipamiento resultaba inalcanzable para muchas de las entidades cubanas, de modo que el crecimiento y mejora del parque tecnológico se logró a partir de donaciones. Fue la fábrica de Tubos de Riegos por Aspersión en la persona de su Director, Julio Pérez Porro; quien, después de la modernización de su tecnología, en vez de enviar sendas computadoras 80286 al vertedero, hizo las gestiones pertinente para donarlas al archivo; luego, el Grupo de la Electrónica entregó la mejor PC de la cual pudieron disfrutar los archiveros manzanilleros por aquellos tiempos: una 80486. Completó la dotación informática un equipo donado por la Misión de Puerto Rico en Cuba, toda vez que el repositorio lleva por nombre la gracia de ese ilustre borinqueño que fue, además de amigo personal de José Martí, Comandante del Ejército Libertador, ayudante de campo de José Maceo y primer alcalde por elección popular en años de la República, el primer Historiador en propiedad de la ciudad de Manzanillo.

Recuerda Orozco que en un viaje realizado al Archivo Nacional se entrevista con un colega del Departamento de Informática; le pide, en calidad de compañeros y homólogos, bibliografía para el uso del CDS-ISIS, programa bastante difícil y del cual pocos sabían. La respuesta, no por torpe y común lo incomodó, al contrario, lo convenció de que allí poco tenía que hacer, debían labrar su propio camino: “Si te doy información, como me gano yo lo frijoles”, le dijo el “especialista”. Por educación, el manzanillero no lo mandó a comer frijoles.

Fue Tania Benítez Solás, técnica del Joven Club principal de la ciudad, quien facilitó manuales sobre DBASE II y DBASE III, los primeros sistemas de gestión de Base de Datos empleados en la institución. Por supuesto, MS-DOS y Windows en sus versiones 95, 98 y XP, los sistemas operativos usados hasta la migración definitiva a GNU/Linux.

Beneficiada la institución con los precitados gestos altruistas de donación, no podían menos que, al mejorar su tecnología, cumplir con el deber de ayudar a otros. La vieja IBM fue transferida al Centro de Promoción de la Cultura Literaria “Manuel Navarro Luna”; una de las donadas por la fábrica de Tubos fue a parar a la Biblioteca Municipal; mientras la donada por la Misión de Puerto Rico fue entregada al Archivo Histórico de Jiguaní que, como sucedía con el repositorio manzanillero, ni máquina de escribir tenía. No obstante, en la actualidad, el parque con que cuenta la institución archivística manzanillera pide a gritos una renovación urgente, no solo por la obsolescencia; sino, por el continuo uso e intensa explotación a que es sometida, reducida a dos máquinas de muy discreto rendimiento, una en total incompatibilidad e inadecuadas prestaciones para funcionar ante las exigencias de los programas informáticos actuales y un servidor que, en instituciones de algunos recursos, es computadora usada por las secretarias.

Cuba no logró iniciar la institucionalización de su Sistema de Archivos hasta iniciado el tercer milenio, ello ha traído como resultado la pérdida de una sensible masa documental de carácter primario cuya consecuencia más evidente es el  entorpecimiento para escudriñar con seriedad el acercamiento a períodos y temas cardinales de la historia insular, entre ellos la Revolución en el poder y temas vinculados al comercio marítimo y flujos portuarios. Con la creación del Decreto 261 del año 2001, sustituido después por el 265, se legaliza la creación del sistema, comienza a dársele uniformidad al mismo y crea la Dirección General de Archivos (DGA), entidad adscrita al CITMA con la misión de cohesionar, orientar y dirigir la actividad de archivos en el país, especialmente los históricos que en la actualidad suman treinta: uno nacional, doce provinciales y diecisiete municipales. Funcional y práctica resultó la creación de la DGA; pues, a partir de ese momento muchos archivos -provinciales y municipales-, olvidados y/o ignorados, fueron incorporados a la red y tenidos en cuenta como organizaciones capaces de aportar, generar conocimientos y contribuir al desarrollo de la archivística; infeliz resultó entonces la decisión de eliminarla tiempo después como resultado de un conflicto de intereses con el Archivo Nacional de Cuba (ANC).

En virtud de relaciones de trabajo establecidas con la Universidad del Sur de la Florida (USF) en Tampa, la Biblioteca del alto centro de estudios forjó, durante el año 2002 y de consuno con Delio Orozco González, un proyecto consistente en verter a formato a digital la documentación sobre la guerra de independencia de Cuba en 1895 vinculada con Tampa y almacenada en el ANC y la Biblioteca Nacional José Martí. Los norteamericanos darían un financiamiento inicial de 15.000 USD para comprar tecnología y los cubanos digitalizarían la documentación de interés. El proyecto, de beneficio común, fracasó y no por culpa del bloqueo; sino, porque la Biblioteca dijo no estar interesada y la regencia del ANC, al poner condicionamientos insalvables, demostró el poco deseo que le animaba. Sin embargo, el historiador, penetrado de la utilidad del proyecto y el benéfico  resultado que tal idea habría de aportar a la historia y archivística nacional, comenzó a trabajar en una aplicación informática que permitiera gestionar los miles de documentos que serían digitalizados y, a pesar de conocer el triste final de lo convenido con los norteños, siguió adelante con su empeño. Así nació «Papiro», si no el primer programa cubano, uno de los primeros para la gestión de documentos de archivo.

Víctor Fernández Bertot fue el ingeniero encargado de diseñar y programar el software; mientras la DGA ofreció el financiamiento que demandaba su construcción. Programado en Delphi, usaba como base de datos una de las más afamadas (MySQL) y si bien era una aplicación de escritorio, podía trabajarse en red pues tenía un conector (ODBC) que permitía a varias estaciones de trabajo conectarse al servidor donde estaba hospedado el gestor de Bases de Datos. En un principio se trató de que «Papiro» integrara todo el proceso de la gestión documental desde un punto de vista informático; o sea, escanear documentos, informatizar registros e imprimir reportes (búsquedas y listas de documentos). Culminada la aplicación, se solicitó a la Dirección de Informática de la DGA un Aval y Frank Millán García, al frente del área, escribió en agosto del 2004: “El proyecto PAPIRO desarrollado por el Archivo Histórico Municipal de Manzanillo […] es la única experiencia que existe hasta ahora en nuestro país en cuanto al desarrollo de un software que permita la digitalización y acceso en línea a la documentación que atesora y conserva dicha institución. Esta experiencia es de mucho valor para la Red de Archivos Históricos de nuestro país, ya que […] pudiera generalizarse esta experiencia al resto de los casi 30 Archivos Históricos del país”. Luego, ponderando las ventajas del proyecto, dice:

1.-Propiciar una mayor prontitud y facilidad de los usuarios al acceso de la información contenida en los fondos del archivo. Esto es posible ya que al existir estas copias digitalizadas en línea con bases de datos para la búsqueda por los 6 campos más utilizados internacionalmente, el usuario no necesita personarse en la institución (como se requiere hasta ahora en todos los Archivos Histórico del país) para realizar búsquedas de información que desea obtener y en caso de encontrar datos de interés, poder revisar una copia digitalizada de los originales. Por lo que incluso pueden evitarse a los investigadores tortuosos viajes interprovinciales y gastos en dietas y hospedajes sin garantía de encontrar lo que desean, ya que al alcance de un clic está esta información.

2.-Garantizar una conservación adecuada de los fondos que atesora. Este resultado es un tanto indirecto, pero no por ello deja de tener mayor importancia, ya que al existir copias digitalizadas se requiere de menos manipulación de los originales, reconocida esta como la mayor causa de deterioro de las documentación.

3.-Contar con una herramienta desarrollada en el país para la digitalización de Fondos de Archivo. También de gran importancia, ya que herramientas de este tipo desarrolladas normalmente en países desarrollados tienen un elevado costo en moneda convertible, a lo que no pueden acceder normalmente instituciones presupuestadas como lo son los Archivos Históricos en nuestro país, sin contar los beneficios para futuras versiones.

Tal novedad debía ser promocionada y no por el programa en si mismo; sino, por el valor de uso y las potencialidades que ofrecía para la gestión de documentos y su empleo en la investigación; por tanto, su presencia en eventos históricos y archivísticos no se hizo esperar. La primera plaza fue el XV Fórum de Ciencia y Técnica en su Segunda Etapa a nivel municipal, concurso que lo distinguió con la categoría de Mención. Luego y confirmación del pasaje bíblico de que nadie es profeta en su propia tierra, llegó el Premio otorgado a la ponencia «Papiro: un sistema de conservación, digitalización, gestión y  socialización de información documental para los Archivos de Cuba” en el III Encuentro de Historia Regional y Local, celebrado en Camagüey, auspiciado por la Oficina del Historiador de la Ciudad. El tribunal, integrado por investigadores, captó al instante los beneficios de una aplicación de este tipo para agilizar y abaratar la indagación histórica en los repositorios cubanos; pero, más allá de tal reconocimiento y las consabidas recomendaciones de que se generalizara su uso, otra cosa no pudieron hacer. La prensa reseñó el producto premiado en los siguientes términos:

Camagüey, 11 de noviembre (AIN).- Un producto informático pionero en Cuba que permite conservar documentación de valor histórico al evitar su manipulación, está en fase de prueba en el Archivo Histórico de Manzanillo, en la provincia de Granma.

Ideado por Delio Orozco y Víctor Fernández, de esa entidad científica, el sistema digitaliza, gestiona y socializa la información, y puede ser consultada en formato electrónico a través de un eficiente proceso que posibilita recuperarla por todas las variables de almacenamiento en una base de datos.

Premiado en el III Encuentro de Historia Regional y Local, realizado la semana última en la capital camagüeyana, el producto ofrece además otras ventajas derivadas de la colocación de la información en Internet.

Denominado «Papiro», fue concebido en Delphi 7, y para su consulta en la red se diseñó un método de gestión dinámica con páginas ASP.

Su reducido tamaño es una cualidad a su favor, de sólo tres megabytes, mientras que la flexibilidad de su estructura lo hace compatible con los sistemas operativos Windows 98, 2000 y XP.

Los formatos de las consultas, en txt, jpg y tiff -tanto en estaciones de trabajo como en Internet- resultan compatibles con la mayoría de los visores de imágenes y de textos.

Épica resultó la participación de Delio y Víctor en el “IV Coloquio Iberoamericano del Papiro a la Biblioteca Virtual”, celebrado en la Biblioteca de la Casa de las Américas en marzo del 2005 y auspiciado por la Oficina Regional de Cultura de la UNESCO para América Latina y el Caribe, la Fundación Jorge Guillén, el Grupo SABINI (Automatización de Bibliotecas), la Casa de las Américas y la DGA. Fernández Bertot, quien es trabajador de la empresa DESOFT S.A, había ido a La Habana a tratar temas vinculados con su trabajo; pero, como no tenía -todavía no tiene una laptop-, tuvo que cargar con la PC de escritorio de su centro de trabajo y en ómnibus hacer el viaje de ida y vuelta. Coincidió el evento, felizmente, con su presencia en la capital y ejecutando Papiro en su computadora, cuestión que evitó sorpresas desagradables relacionadas con dependencias o configuración, los manzanilleros expusieron su trabajo que arrancó frases de elogio, especialmente a bibliotecarios y archivistas mexicanos. Tal reconocimiento, venido de profesionales foráneos, constituyó un estímulo e insufló fuerzas para seguir desandando.

Para la época, el grupo de trabajo emulaba las posturas bolivianas -legítimas por cierto-, de reclamar, en el foro que fuese, la salida al mar. Si los andinos pedían y piden un derecho que creen usurpado por una guerra injusta; los manzanilleros presentaban sus experiencias y proyectos (Enciclopedia Manzanillo y Papiro) en cuanto evento tuviera lugar, ya sea en escenarios locales, provinciales y nacionales. Así fue que ambas aplicaciones llegaron al «Congreso Internacional Info 2006», celebrado en el Palacio de las Convenciones entre el 17 y el 21 de abril de 2006; espacio que permitió, en forma de poster, dar a la luz pública, una vez más, los sueños de aquellos que, venidos de la Cuba profunda, asumían como destino manifiesto servir y ser útiles. Allí una periodista cubana, reportera de Radio Reloj, insertó en las ondas hertzianas de la peculiar radio emisora una noticia sobre la Enciclopedia Manzanillo; mientras, una empresa venezolana mostró interés en comprar Papiro; pero -siempre hay conjunción adversativa-, los inconvenientes, la inexperiencia, la demora, los temores, en fin, un conjunto de escollos, anularon la pretensión; sin embargo, este interés demostró que el trabajo resultaba de valía, aunque no todos sus coterráneos lo entendieran así.

La necesidad de que alguien con conocimientos informáticos pasase a formar parte de la plantilla del Archivo Histórico de Manzanillo era ya perentoria. Desde el momento en que Maikel Pernía Matos, licenciado en Educación Laboral y Computación llegó al repositorio y ocupó la plaza de Técnico Medio en dicha especialidad, se dio por entero al mejoramiento de PAPIRO, especialmente a que este pudiera importar y trabajar con Bases de Datos CDS-ISIS. En esta tarea se encontraba enfrascado cuando la plaza es convertida a una de mayor categoría y para ocuparla era preciso contar con titulación universitaria; el joven aspiró pero no contó con la autorización de la Dirección Municipal de Educación, entidad que lo obligaba a dar clases de Historia, Biología y Español, materias para las cuales no estaba preparado además de no poseer vocación alguna para tal magisterio; empero, ese tópico penetra en otras honduras que no vienen al caso… Llenó el vacío dejado por Pernía Matos el sociólogo Carlos Pollán Estrada quien, con no poco esfuerzo pero motivado, interés y gusto por la informática, logró titularse Master en Ciencias de la Computación orientadas a la Educación. Bajo los consejos de quien -sin rencor alguno-, abandonaba la institución, Pollán inició la conversión de «Papiro» a una aplicación web y entre él y Orozco González la rebautizaron «Papiro Web», sin embargo, la profusión de aplicaciones, productos y servicios que en Internet ostentaban igual gracia, provocó un nuevo bautizo: «Tocorux», término que combina las primeras letras del ave nacional de Cuba y el grafema con el cual finiquita el nombre del sistema operativo GNU/Linux.

A estas alturas, las tensiones entre la DGA y la regencia del ANC habían llegado a tal punto que el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente tomó la decisión de disolver la DGA y otorgar la regencia de la Red de Archivos a la centenaria institución que, aunque trató de equilibrar las relaciones entre todos sus integrantes, no logró su cometido porque como dice el refrán popular: “Imposible ser juez y parte al mismo tiempo”.

En la primera visita que Martha Ferriol Marchena, nueva directora del Archivo Nacional, hizo al repositorio manzanillero le dijo a Orozco González: “Hazme la propuesta de una Enciclopedia sobre el Archivo Nacional”. El pedimento se produjo después haber visto la «Enciclopedia Manzanillo» y el funcionamiento de Tocorux y aunque la concreción de la idea jamás se produjo, posibilitó visibilizar ante la regente recién estrenada el trabajo que allí hacían. En virtud de lo antedicho y el clamor constante se preparó un encuentro en el ANC entre Carlos Pollán y el informático del Archivo Provincial de Las Tunas para, de consuno con los especialistas del ANC, llegar a un consenso de cómo migrar las bases de datos de CDS-ISIS a Tocorux; empero, ningún resultado arrojó aquel encuentro y eso que para la ocasión, como reminiscencia de su trabajo en el archivo manzanillero, Maikel Pernía desarrolló «Rombifex», una aplicación de escritorio para migrar Base de Datos CDS-ISIS a SQL estándar.

En octubre del 2008 y como reconocimiento a los resultados de trabajo de la institución donde laboraba, Pollán Estrada aspira a una beca que, por espacio de una semana, ofrecía el Ministerio de Cultura de España sobre “Arquitectura de Sistemas de Información Culturales” o en español castizo: “Arquitectura de Redes”. A la Madre Patria viajó el manzanillero y junto a dominicanos, colombianos, peruanos y venezolanos compartió siete días; en los cuales, ninguno de los latinoamericanos pudo mostrar nada ni siquiera parecido al trabajo que este llevaba. Solo el proyecto PARES de los anfitriones, valorado en veinte millones dólares, superaba la propuesta realizada en un “oscuro rincón del planeta”, como dijera en belicista y despreciativa frase un ex-presidente norteamericano cuyo nombre no vale la pena recordar.

En ese mismo 2008 el Archivo Nacional, de conjunto con entidades vinculadas a la cultura y los archivos de Viet-Nam, convoca a un encuentro sobre patrimonio documental e impacto de las TICs en su gestión. Como era de esperar, el archivo manzanillero eleva su propuesta, la cual, resultó aceptada y hacia la capital parten Orozco González y Pollán Estrada. Ahora, por suerte, poseían laptop personales y ello facilitaba el trabajo. La noche anterior a la exposición probaron hasta la saciedad Tocorux y con el signo favorable de un desempeño inmejorable llegaron hasta los salones del mayor repositorio cubano ubicado en las esquinas de San Isidro y Compostela. Llegada la hora de la exposición trataron de emplear sus computadoras pero no pudieron materializarlo y ello resultó fatal: ¡Tocorux no funcionó! Orozco trató de alargar la exposición tanto como pudo en el intento de que su compañero hiciera funcionar el dichoso programa; sin embargo, la frustración que lo embargaba consumía su entusiasmo y solo deseaba lo engullera la tierra; ahora comprendía cuanta amargura pudo haber experimentado Bill Gates cuando -ante el mundo- la presentación de Windows 98 devino fiasco. Los vietnamitas, conscientes del apuro en que estaba sumido el cubano, aplaudieron estruendosamente y no como escarnio; sino, como aliento, al tiempo que una Vice-Ministra del CITMA preguntaba en tono severo: ¿Quién evaluó ese programa?

El historiador manzanillero no entendía por qué un programa premiado y totalmente funcional tuviera que ser evaluado; pero, si tal evaluación significaba reconocimiento, aprobación y generalización entonces era preciso obrar de inmediato. Después de conocer que la apreciación sería conducida por el Consejo Científico del ANC con la participación de especialistas de otros centros, Orozco González requirió la participación de peritos del IDICT y la Consultaría Biomundi, instituciones con sobrada experiencia en la estimación de capacidades para la gestión de información; quienes, aceptaron de buen gusto evaluar el software tan pronto se les convocara. Sin embargo y a pesar de que con insistencia se solicitó al Archivo Nacional el  ofrecimiento de una fecha y la creación de las condiciones necesarias para proceder a la evaluación de «Papiro», el momento jamás se concretó; poco importó se hubieran destinados dineros y recursos para crear la aplicación -única de su tipo en el país-, la cual se empleaba con éxito demostrado en el repositorio de Manzanillo y posibilidades reales de extenderse a los otros archivos que, sin alternativas reales para la informatización, buscaban y todavía buscan una solución que, más que homogeneizar, estandarice y haga viable un proceso cardinal en la gestión archivística moderna.

A pesar del trato displicente dado a la experiencia, los archiveros manzanilleros continuaron el mejoramiento de Tocorux al punto de convertirlo en un CMS (Sistema de Gestión de Contenidos por sus siglas en inglés), enfocado a la gestión de documentos. Así pues, en los servidores de CITMATEL en la ciudad de Bayamo -distante de Manzanillo 62 Km-, se hospedaban ya, además de la «Enciclopedia Manzanillo» y el sitio web «Martí y Manzanillo», las Bases de Datos de los documentos que, poco a poco, se iban informatizando y los vertidos ya a formato digital; sin embargo, las elevadas tarifas que por el servicio cobraba dicha empresa y las molestias que significaba llevar las actualizaciones hasta sus servidores, obligaron a trasladar hacia el repositorio todos sus productos. Desde ese momento y a pesar de las restricciones con el consumo de electricidad, el archivo comenzó a generar un nuevo tipo de usuario: “el virtual” además de convertirse en el primer repositorio cubano que permitía la consulta de sus bases de datos en línea; o sea, entre las 8.00 am. y las 5.30 pm. desde cualquier parte del país (aún no tenían acceso a la telaraña mundial) los internautas podían consultar los registros de sus fondos y colecciones documentales. Habían dado los primeros pasos para otorgarle al repositorio la condición de agente activo de la información y el conocimiento a partir del uso y aplicación intensiva de las TICs, especialmente las libres.

Aparece una esperanza.

Gregorio Fajardo Palomino y Delio Orozco González se conocían antes del 2005, empero, en ese año los lazos fraternos crecieron en virtud del trabajo y la música. El primero era el director del programa televisivo «Historias y Raíces», trasmitido por el telecentro local Golfovisión, mientras el segundo lo escribía, conducía y a veces participaba en la edición del mismo. A los dos les atraía la música instrumental, especialmente la ejecutada por Yanni, excelente músico de origen griego. Un tarde noche del 2010, el historiador cruzaba el parque central de su ciudad cuando Gregorio llamó su atención. Hasta el banco donde reposaba el amigo fue Delio y allí Fajardo Palomino le presentó a su hermano Jesús quien también gustaba de la música del heleno. Tras las presentaciones de rigor y un breve diálogo, quedó fijada una visita a casa del discípulo de Clío para que este último les copiara unos vídeos que contenían recitales del notable pianista.

Cuando el día de la visita Jesús Fajardo dijo que trabajaba en CENPALAB (Centro para la Producción de Animales de Laboratorio), institución perteneciente al CITMA, Delio Orozco no pudo dejar de reconocer y calificar el encuentro de providencial; era para él una oportunidad magnífica que no debía desaprovecharse porque las oportunidades se toman o se dejan, pero no se repiten. En un abrir y cerrar de ojos, Orozco, con pasión y argumentos renovados, expuso la experiencia de las enciclopedias y el poco interés que las autoridades habían dado a una obra que no era ensoñación; sino, propuesta concreta. Su interlocutor -conmovido y comprometido-, acotó: “Haré gestiones en mi centro de trabajo, especialmente con mi director. Tan pronto te avise, sales hacia La Habana”.

De noche llegó Delio Orozco González al aeropuerto José Martí; le esperaba Jesús Fajardo Palomino quien lo llevó hasta CENPALAB, ubicado en Santiago de Las Vegas. El encuentro con el director del centro, Leonardo Cabezas, fue cordial y extenso, iban de un tema a otro; pero siempre regresaban al objeto que hasta allí había llevado al manzanillero. Leonardo, presidente en ese momento de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Asamblea Nacional del Poder Popular comentó la posibilidad de en ese foro, parte del más alto poder de la nación, divulgar y buscar apoyo entre los Presidentes de las Asambleas Municipales del Poder Popular para iniciar la construcción de la Enciclopedias de los distintos municipios. Orozco comentó que a Irina Domínguez, Diputada al Parlamento por su ciudad y miembro de dicha comisión, había entregado también la documentación y buscado apoyo para el proyecto pero, como en otras tantas ocasiones, ningún fruto se había alcanzado. El diálogo terminó con la promesa del director de CENPALB de hacer las gestiones y el compromiso mutuo de mantenerse al tanto. El historiador regresó a la tierra de sus natales con gozo notable y, como quien retorna de un país exótico, impuso a sus colegas de las gestiones y el entusiasmo que lo embargaba.

A inicios del 2011 Orozco González va de nuevo a la capital y en CENPALAB, otra vez, lo reciben con los brazos abiertos y es que los hombres que se gozan en el servicio y a los cuales les apasiona la ciencia, ya sea exacta, natural o social forman una cofradía más allá de tecnicismos, reglas o pertenencias administrativas. El director de la institución le informa al historiador que la vía a través del Parlamento no fluyó; los Presidentes del Poder Popular tenían y tienen en verdad tremendas, urgentes y continuas responsabilidades que atender en el día a día de sus territorios; era preciso entonces buscar otro modo de interesar a los decisores. Tanto en la primera visita como en esta, el manzanillero apreció el trabajo que allí se realizaba y más importante que ello, trabó relaciones y conoció hombres que también, de un modo u otro, habían sentido en carne propia el diente de la indiferencia y las dificultades para llevar a vías de hecho sueños y empeños. Miguel Esquivel y Carballo, eran algunos de ellos y en virtud de su experiencia y años de trabajo cerca de las estructuras de dirección devinieron facilitadores del acceso a la más alta dirección del CITMA. Jesús Fajardo, por su parte, se involucró tanto en el proyecto que parecía haber estado desde el primer instante junto a sus coterráneos en la pelea por servir.

Después de las coordinaciones pertinentes, Delio y Jesús se reunieron con Juan Luis Martín, funcionario de la Dirección de Ciencias Sociales del CITMA y con lujo de detalles expusieron el motivo que allí los llevaba solicitando de este apoyo y vías para implementar la idea, le entregaron además -en formato digital-, materiales pertinentes y copia de la «Enciclopedia Manzanillo» como prueba tangible de la viabilidad del proyecto; mientras el intelectual manzanillero regresó a la ciudad acunada a orillas del Guacanayabo creyendo firmemente en la máxima de que, cuando una puerta se cierra otra se abre. No obstante, los refranes no siempre se confirman y después de tres mensajes electrónicos la comunicación se rompió, el último enviado desde Manzanillo con fecha 22 de junio del 2011 decía:

Estimado Juan Luis:

Respondí a sus comentarios sobre la Estrategia de Generalización y no he tenido respuestas suyas. Por favor, hágame saber alguna noticia.

Con toda consideración:

Cuatro días más tarde, en un correo enviado por Orozco González a Elba Rosa Pérez Montoya, quien seguía al frente de la atención del sector de la ciencia en el Comité Central del Partido, se podía ver ya el grado de frustración que asediaba al historiador:

Estimada Elba Rosa:

Espero se encuentre bien de salud, al igual que toda su familia. He tratado de comunicarme con usted vía telefónica varias veces, pero no he tenido la suerte de poder encontrarla desocupada, su secretaria es testigo de ello. El objeto de mi insistencia, como le decía en el primer mensaje, es analizar y tratar de llevar a vías de hecho el proyecto de las Enciclopedias Digitales de los municipios cubanos.

La vez anterior, Ud. hizo posible fuera analizado por el Instituto de Historia de Cuba, así se hizo y ellos lo colocaron en el Programa Nacional de Historia, sugiriendo fuera apadrinado por alguna institución para llevarla a vías de hecho. En ese empeño me han ayudado los compañeros de CENPALAB quienes, me contactaron con Juan Luis Martín, Secretario Ejecutivo del Consejo Superior de Ciencias Sociales, quien, se interesó en el proyecto y comprometió a hacer una propuesta para entregarla al Vice-Ministro que en el CITMA atiende las Ciencias Sociales; eso se lo comentaba en el correo anterior, donde le adjunté la Propuesta de Generalización que le hice a él.

Vuelvo a escribirle con el objeto de recabar ayuda de su parte en la realización de un proyecto de utilidad para Cuba, que en nada interfiere ni solapa a ECURED, sino, todo lo contrario, y que otorgará beneficios por cuanto abrirá una cantidad significativa de espacios digitales desde una perspectiva histórica, cultural, educativa e identitaria que, cual heraldos de Cuba, dirán como ha sido, como es y como puede ser.

Le comento, con honestidad absoluta, que no me siento cansado, pero no es menos cierto, los esfuerzos que son necesarios levantar para servir a Cuba desde dentro, encuentran tantos obstáculos y no precisamente de parte de sus enemigos, que es preciso -como decía Félix Varela-, acopiar mucha fuerza y esperanza para no perder la fe. Son pues, estas líneas, clamor que espero sepa Ud., como en la ocasión anterior, escuchar y atender.

Con toda consideración:

Delio Orozco González.
Historiador.
Director Archivo Histórico.
Vice-Presidente de la UNEAC.
Presidente de la Sociedad Cultural José Martí.
Manzanillo de Cuba.

Marchar acompañado no solo asegura llegar más lejos; sino, tener con quien compartir las cuitas y renovar la esperanza, claro, es preciso tener fe porque si esta falta todo se derrumba y Delio -dándose ánimos-, suele citar una frase que su padre le comentaba había dicho Raúl Castro en la década del 60: “la Revolución es como la estaca, mientras más le dan, más se encaja”. Y golpeado como una estaca, pero sabiendo sería no solo bien recibido, sino, acompañado por los colegas de CENPALAB, regresó en ese mismo 2011 a La Habana. Ya en la capital, Miguel Esquivel y Carballo contactaron con Fernando González Bermúdez, Vice-Ministro Primero del CITMA quien se desempeñaba como Ministro en funciones, para que recibiera al historiador y desde su posición, influyera además de tomar las provisiones necesarias para generalizar el proyecto de las enciclopedias. Antes del encuentro con el Vice-Ministro, Esquivel llevó a Orozco González a la presentación de un importante trabajo sobre “Vulnerabilidades Costeras” que tuvo lugar en el Instituto de Metereología; después de terminada la actividad y mientras almorzaban, el colega de CENPALAB presentó a Delio y le habló de su proyecto a una colega del mismo Ministerio y esta, con sinceridad, comentó: “Hijo, el problema es que tu vives en Oriente, si vivieras aquí ese trabajo hace rato fuera Premio Nacional de la Ciencia”. Es este, entre otros, el precio que ha de pagarse por vivir y trabajar en la Cuba profunda.

El viernes 21 de octubre del 2011, Jesús Fajardo y Delio Orozco llegaron al edificio donde radicaba el CITMA cerca de las 10.30 de la mañana. Después de anunciar su visita, salió a recibirlos Yaroslav Borrego Morejón; quien, entre otras funciones tenía la de asistir al Ministro en funciones. El joven, con gesto cordial, saludó a los visitantes y los invitó a subir hasta las oficinas de Fernado González quien los esperaba con una taza de café humeante. De inmediato se inició el diálogo y el historiador, que cargaba su laptop, mostró la «Enciclopedia Manzanillo» y la de Carlos Manuel de Céspedes como prueba irrebatible de lo que, con pasión y durante casi una hora, le expuso a su interlocutor. González Bermúdez habló de su responsabilidad como integrante de la Comisión de Memoria Histórica de Cuba, de los esfuerzos que se hacían para preservar y digitalizar los Noticieros Latinoamericanos de Santiago Álvarez, de los retos que comportaba proteger la documentación de valor significativo y otros temas vinculados con el patrimonio documental. Orozco González reflexionó sobre el hecho de que las acciones de protección del patrimonio no debían reducirse al tangible; sino, incluir también el intangible, tarea no solo posible sino necesaria e insistió en su carácter perentorio por estar convencido de que por dinero se mata pero no se muere, se muere por ideales y estos, para que puedan ser asidos, es preciso difundirlos y socializarlos, sustantivos posibles con la herramienta y metodología que trataba de poner a disposición del país desde hacía un lustro. En la plática se ponían de manifiesto dos intereses que, si bien no eran para nada excluyentes, sin tenían diferencias: una vertiente histórico-cultural representada por el historiador y otra documental en las expresiones y necesidades expuestas por el Vice-Ministro; quien, ante la insistencia del manzanillero se comprometió a, poco a poco y sin presionar, ir difundiendo la idea y explicando sus beneficios para reducir al
máximo posible la oposición; sin embargo, a juicio de Delio Orozco, el mayor trigo del encuentro fue cuando el funcionario le dijo si podía hacer algo parecido a Alarife pero destinado a la gestión documental. Orozco, con absoluta convicción, le dijo que sí y a partir de ese momento, lo que había sido una batalla por la publicación y promoción de la historia y cultura de los distintos municipios cubanos, sumó como complemento la gestión, preservación y socialización del patrimonio documental atesorado en los repositorios históricos pertenecientes al CITMA, los cuales, podrían ampliar su visibilidad y penetración en el tejido social cubano. Nacía así lo que de ahora en adelante habría de llamarse “Vertientes histórico-cultural y documental para la gestión, preservación, difusión y socialización de la Memoria Histórica en Cuba empleando tecnologías libres.”

Eufórico retornó el manzanillero a su comarca y en reunión con sus conmilitones de sueños relató la experiencia. A toda máquina empezaron el diseño «Archivaliux», la aplicación solicitada por el funcionario del CITMA; empero, ¿cuál sería el destino de Tocorux?, ¿resultaría desechado?; en lo absoluto, pasó a ser un sistema de Gestión de Portales orientado a su uso en archivos históricos, con la capacidad de contener el nuevo software que lo aventajaba en el hecho de que las Bases de Datos de documentos podrían ser convertidas en Enciclopedias Archivísticas con las mismas características que las generadas con Alarife: multiplataforma, portables y de fácil manejo; o sea, serían lo que Orozco comenzó a llamar “el archivo en casa”. El 24 del mismo mes, escasos tres días después del encuentro, el historiador envió a Borrego Morejón una propuesta de proyecto titulada: «Enciclopedias digitales temáticas para los municipios de la provincia Granma»; era preciso, según la estrategia diseñada copar el territorio más cercano para luego extenderse a otros lares.

En noviembre el director del archivo manzanillero fue de nuevo a La Habana, ahora a participar en un pleno del Sistema de Archivos Históricos. Como era de esperarse, volvió sobre el mismo tema y no porque fuese monotemático; sino, porque no acaba de entender la inconsecuencia entre el discurso público que solicitaba la difusión de la historia, la cultura y el patrimonio y la práctica que no daba crédito a una vía probada y eficaz para consumarlo. Sin embargo, como la gota no horada por su fuerza sino por su persistencia; Leticia Montes, directora en ese entonces del Archivo Provincial de Sancti
Spíritus; fémina que en más de una ocasión había escuchado el discurso de su homológo, le dijo: “Quiero invitarte a mi Archivo para que ofrezcas, en un curso o taller, tus experiencias informáticas”. La visita a la tierra del General Serafín Sáchez Valdivia quedó fijada para la segunda quincena del año entrante y, en enero del 2012, Delio Orozco y Carlos Pollán llegaron al segmento de Cuba por donde discurre el río Yayabo. Durante cinco días expusieron sus experiencias y con el título “Informática aplicada a la Archivística”, impartieron el primer taller que relacionaba la Archivística, la Historia y las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. El tres de enero el historiador envió un correo a su colega donde reseñaba el esquema del seminario:

Te copio aquí las vertientes en las cuales estarán fundadas nuestras sesiones de trabajo:

1.-Vertiente histórico-cultural: empleo de herramienta informática: Alarife. Este programa genera enciclopedias y sitios web temáticos. Se mostrarán las experiencias de Manzanillo: Enciclopedia Manzanillo, Enciclopedia Carlos Manuel de Céspedes y Diccionario Vijiluz; así como la metodología para implementación.

2.-Vertiente documental: empleo de herramienta informática: Tocorux. Este programa, diseñado tomando como base la norma ISAD-G, permite crear bases de datos informatizadas, con acceso a las imágenes de los documentos de archivo. Se mostrará la base de datos del Archivo de Manzanillo y las ventajas de su empleo. Si está listo para esa fecha, se llevará otra aplicación nombrada Archivaliux que permitirá crear una Enciclopedia Archivística.

Para el trabajo en la primera vertiente, sería importante contar con la presencia de historiadores e intelectuales quienes, de conjunto con tu archivo y otras instituciones, podrían decidir si comienzan a construir la Enciclopedia de Sancti Spíritus o la de Serafín Sánchez Valdivia.

Felizmente, una primera versión de Archivaliux estuvo lista para el encuentro y aún se emplea por los archiveros espirituanos.

Para el verano de ese año el pedimento realizado por González Bermúdez, no solo estuvo terminado; sino, fue perfilado todo lo que se pudo. Cuando Delio Orozco, acompañado de nuevo por Jesús Fajardo le enseñaron, en presencia de Yaroslav Borrego, lo logrado, el aún Ministro en funciones pidió entonces un estudio de factibilidad económica para presentarlo ante las más altas estructuras de poder del país vinculadas a los temas económicos y discutir su aprobación. Esta solicitud resultaba compleja y difícil de satisfacer para Orozco; pero, la solidaridad de Fajardo y competencia en temas económicos de René Fírvida, especialista que prestaba servicios en CENPALAB, fueron decisivas y a finales de ese año estuvo terminado el Estudio de Viabilidad no de Factibilidad, porque -según criterios del especialista-, este proyecto no constituye un negocio, es una inversión que debe realizar el estado para proteger y defender elementos nucleares de su identidad; aunque, la forma en que fue pensado permitía, si no obtener ganancias, al menos ayudar y contribuir a la sostenibilidad económica de la gestión de la Memoria Histórica.

Paralelo a este acontecer un frenesí creativo cautivaba a los archiveros manzanilleros. Con el empleo de Tocorux se creó “el Portal de los Archivos en Granma”; comenzó a usarse en la gestión documental Archivaliux (el ejemplo empieza por casa); se creó «Fototeca Digital», un pequeño programa que permitía gestionar imágenes en la Web; desarrollaron «Catálogo», pequeña aplicación cliente-servidor para gestionar libros y folletos; ubicaron un pequeño diccionario de la lengua española; agregaron al portal una sección de Efemérides junto al resultado de la Tesis de Maestría de Carlos Pollán relacionada con el aprendizaje de la archivística empleando las TICs; además, la «Enciclopedia Manzanillo», la de Carlos M. de Céspedes y el sitio web «Martí y Manzanillo». Como colofón crearon el foro «El Archivero Cubano», único de su tipo en el país con tres temáticas: Archivística, Historia e Informática. Tal cantidad de información y productos disparó el uso del Portal, argumentos suficientes para que, en octubre del 2012 la Dirección de Informática del CITMA después de una visita de inspección a la provincia donde pudo constatar todo el trabajo realizado (consultaron el Portal y vieron todo lo que contenía), le otorgara al Archivo Histórico de Manzanillo el uso de Internet; a partir de ese momento el repositorio ubicado en la ciudad que reposa a orillas del Guacanayabo se convirtió en el único del área Hispanoamericana que permite consultar sus fondos informatizados en línea desde cualquier parte del mundo. Dicho logro, hijo del esfuerzo, la constancia y el deseo de ser útil, es el que desean compartir con otros archivos cubanos porque “ser útil es más hermoso que brillar”, frase martiana que Orozco gusta referir.

Coordinado con el Archivo Nacional, en marzo del año 2013, Orozco González y Carlos Pollán imparten el taller “Informática aplicada a la Archivística empleando tecnologías libres”, al cual asisten, a parte de los colegas del ANC, especialistas de los archivos históricos de Villa Clara y Ciego de Ávila; también de instituciones como el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial (OCPI) y el Instituto de Historia de Cuba. Aprovechando su estancia en la capital, acuerdan discutir con el Vice-Ministro el resultado del estudio de viabilidad. Acuden al encuentro, además de los manzanilleros, Jesús Fajardo Palomino, René Fírvida y como anfitriones Yaroslav Borrego y un especialista del Departamento Económico del CITMA; quien, hizo la precisión de apellidar el proyecto con “el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones” porque en verdad no se acotaba; González Bermúdez no pudo acompañarlos porque cumplía otras tareas, señaló su asistente. Hecho estaba el estudio, hacía falta ahora fuese evaluado y comenzaba a flotar nuevamente, como bruma, la incertidumbre.

En el mes de mayo, Orozco González, quien no veía a Elba Rosa Pérez Montoya desde hacía un lustro, se entrevista con la misma; ahora, además de ser Diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular por el municipio Manzanillo, ostenta la cartera de Ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. El encuentro se verificó en la oficina de la Presidenta del Poder Popular y participó del breve diálogo la Delegada del CITMA en la provincia Granma, Iris Betancourt Téllez. El historiador le refiere los ingentes esfuerzos que viene haciendo para llevar a vías de hecho el proyecto que le entrega impreso, no solo en su parte teórica; sino, el estudio de viabilidad económica. La Ministra le inquiere si la dirección del ANC tiene conocimiento del mismo y su interlocutor le responde que sí, incluso, que el estudio económico fue solicitado por el Vice-Ministro Primero del organismo que ahora ella regentea; amplificó su comentario señalando que un proyecto de este tipo podía ser comercializado en países del ALBA, naciones con similitudes a la nuestra, pues necesitan validar su historia, cultura y patrimonio ante la avalancha de teorías e imaginarios desvertebradores. Elba Rosa dice: “Está bien, vamos a darle curso y tratar de implementarlo; quizás de momento no podamos financiarlo todo, primero se haría una parte y después otra”, Delio le refiere que el proyecto está pensado para cuatro años (2013-2016) y en ese momento la Delegado del CITMA sugiere una idea que el archivista encontró justa: “Si se precisa de un estudio piloto podemos empezar por Granma”. Pérez Montoya acompañó a Orozco González hasta la puerta de la oficina e indagó sobre un doloroso acontecimiento familiar que tiempo atrás había sufrido la familia de este; el manzanillero agradeció su preocupación y con júbilo bajó las escaleras del Gobierno de la ciudad. La niebla parecía disiparse.

En el verano un acontecimiento de importancia para la archivística cubana tiene lugar en Manzanillo; pues, es la primera vez que desde la creación en 2001 de la Red de Archivos de la República de Cuba se realiza una acción de este tipo. La Facultad Regional de la UCI en Granma y el repositorio local imparten el Curso de Verano «Informática aplicada a la archivística empleando tecnologías libres»; resulta este una ampliación del taller impartido en la tierra del Espíritu Santo y la capital del país al cual asisten informáticos y especialistas de Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Ciego de Ávila, Remedios, Villa Clara y La Habana. En feliz simbiosis colaborativa la Facultad -lamentablemente desaparecida-, ofreció infraestructura y tecnología mientras el archivo recursos humanos y toda la batería de productos informáticos vinculado a la especialidad en su área de competencia. Los ecos del curso, trasmitidos por el representante villareño a la dirección de su archivo, hizo posible que en octubre de ese año Delio Orozco y Carlos Pollán fueran hasta la tierra de Martha Abreu para -en versión ampliada-, replicaran la acción de superación, momento que resultó notable por cuanto emplearon la primera distribución GNU/Linux (Archiux), diseñada expresamente para el trabajo en los archivos históricos cubanos. El ciclo tecnológico diseñado para la gestión, difusión y socialización de la Memoria Histórica en sus dos vertientes desde un repositorio cubano estaba casi finalizado.

En los primeros días de febrero del 2014 una llamada telefónica sorprendió gratamente a Delio Orozco y aunque hacía bastante tiempo no escuchaba la voz, de inmediato la reconoció. Osvaldo Néstor Bebelagua Castillo, ex-Director General de la DGA, había recibido la encomienda de analizar el proyecto que fue entregado a la Ministra en Manzanillo. La experiencia de este al frente de la extinta estructura, donde con tino y equilibrio inició la creación del Sistema de Archivos de la República de Cuba, constituyó el aval necesario para que la dirección de la empresa donde trabajaba pusiera en sus manos la evaluación de una propuesta que, con modificaciones, agregados y adecuaciones frisaba ya los doce años. De inmediato se le hicieron llegar los materiales y documentos que solicitaba para el cumplimiento de la tarea asignada, cuyo dictamen resultante pasó a manos de la empresa INNOMAX, organización esta que considerando la propuesta de Bebelagua Castillo creyó oportuno recomendar al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente la implementación de la experiencia como prueba piloto.

Conscientes de que mientras más personas conocieran la idea por ellos defendida, la probabilidad de que alguien estuviera dispuesto a ponerla en práctica sería mayor, el historiador y archivero manzanillero escribió -en septiembre de 2014-, a Mariano Flores López, Jefe de Programa de Desarrollo de la Industria Cubana del Software; quien, le dio curso a la propuesta hasta que Susana Fuentes Jiménez, Especialista Superior de la Dirección de Industria Informática, le respondió a Delio Orozco:

Buenas tardes Delio,

Pertenezco a la Dirección de Industria Informática del Ministerio de Comunicaciones y atiendo el programa de Ciencia y Técnica de la Industria Informática Cubana por la Dirección.

Comenté con el equipo de expertos del programa su proyecto, y se mostraron interesados, tal vez más enfocado a otro programa que está en diseño actualmente: no de industria, sino de informatización de la sociedad cubana, pues su proyecto se acerca más a esos objetivos.

Dicho programa debe lanzar su convocatoria en los inicios del 2015.

Si de todas maneras usted quisiera presentar su proyecto en nuestro programa debe de esperar a la próxima convocatoria a lanzarse igualmente a inicios del próximo año.
Escríbame cuántas veces desee para mantenerse actualizado en estos temas pues será un placer atenderle.

Yo también soy niquereña y también nací en diciembre.

Pongo copia a la compañera que gestiona el programa, Zamira Segoviano, de Calisoft.

Saludos,

De inmediato Orozco González le acusa recibo:

Estimada coterránea:

Cuanto gusto saber, sea alguien de la tierra de mis natales quien sirva de vehículo para llevar a vías de hecho una sensible aspiración. Y claro que estoy interesado en presentar el proyecto al programa por ustedes regenteado; pues, quien espera lo mucho, puede esperar lo poco. De José Martí aprendí que talento grande en política es saber esperar si no se le debilita con la exageración; por ello, qué significa esperar cinco o seis meses más cuando tenemos casi diez años de iniciada la caminata; además, contar con alguien que desde el inicio proclama su buena voluntad y disposición a acompañarnos en la concreción de la propuesta, es una gracia que no se obtiene a diario.

En el año 2005 contacté con una compañera: Oitsa Pérez; quien, en ese momento trabajaba en la Oficina Cubana de la Informatización de la Sociedad para que estuviera presente en el lanzamiento de la primera versión de la Enciclopedia Manzanillo y trabar nexos de colaboración; pero, no supo como llegar a Manzanillo, por lo menos eso fue lo que me dijo 🙂

Asi pues, queda abierto este canal y aunque no soy Teseo, espero que Ud., cual Ariadna moderna, me guie en el laberinto para esquivar las acechanzas del Minotauro.

Quedo a la espera de sus indicaciones y mientras tanto, reciba un cálido saludo y las muestras más altas de mi consideración.

Infelizmente, la respuesta del discípulo de Herodoto fueron las últimas líneas de este intento, también fracasado.

A partir del momento en que Orozco González puso en manos de la Ministra del CITMA la documentación del proyecto, el intercambio epistolar electrónico entre el manzanillero y Yaroslav Borrego Morejón fue intenso. Versaba esencialmente sobre el modo de obtener financiamiento, las vías de encausarlo, las alternativas de llevarlo a puerto seguro, la búsqueda de soluciones y el limado de asperezas; que la vida, tal como dice la canción, tienes sus cosas: espinas y rosas. Al momento de conocerse la decisión del grupo experto, Yaroslav indicó a Delio que de inmediato procediera a inscribir el proyecto en el presupuesto de la provincia Granma correspondiente al presupuesto para el año 2015; el historiador le replica:

Mi frustración está dada porque me dices en el anterior que ahora es preciso ponerlo en el plan para el año que viene, hablarlo con la Delegación, luchar lo del presupuesto; o sea, tu sabes que eso, en nuestros barrios, se parece al cuento de nunca acabar. Por otro lado, siempre queda dinero sin ejecutar y a nivel de Ministerio es mucho más fácil decidir centralmente y colocar el dinero para empezar el proyecto sin necesidad de esperar al año que viene. Sabes bien que no es algo que vamos a probar, es algo real, concreto, palpable, que está en nuestras manos.

Empero, como no había otro camino que presupuestar desde el territorio, el archivero manzanillero, de conjunto con el Director del Archivo Provincial, Alejandro Portales Díaz y el Jefe de la Unidad Presupuestada del CITMA en Granma, Gumersindo Gutiérrez, discutieron los particulares y en el presupuesto para 2015 se consignó una parte importante del proyecto, no el total del mismo. Quedaba ahora una alternativa única: esperar.

Y la espera arrojó sus frutos, el jueves 8 de enero de 2015 Orozco González tiene la confirmación de que el CITMA no aprobó ni un solo centavo al proyecto. Después de tantos años de exponer, defender, divulgar, solicitar, cualquiera podía haber perdido no solo la calma; también la fe, sobre todo si se tiene en cuenta que la propuesta tiene como único propósito servir, ayudar, contribuir y promover la historia y cultura de un país cuyas claves de resistencia y existencia se abroquelan justamente en el núcleo duro de una espiritualidad nacida en Varela, alumbrada con Luz y Caballero, gritada con Céspedes, sublimada con Martí, glosada con Mella, cantada por Villena y trocada en épica con la Generación del Centenario, hacedora de la Revolución y tan consciente de tales esencias que las ha proclamado y estampado en principios, metas, leyes y lineamientos. El historiador no perdió la calma ni la fe; pero, humano a fin de cuentas, no pudo menos que deplorar lo que para él constituía una infeliz decisión y, como gusta recordar que un hombre que no dice lo que piensa o que no expresa lo que siente no es un hombre honrado -ideas aprendidas en la Edad de Oro de José Martí-, escribió a varias autoridades del CITMA; a la Ministra le decía:

Elba Rosa Pérez Montoya.
Ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
República de Cuba.

Estimada Elba:

Espero que en este año pueda gozar de Paz y Salud junto a familiares y amigos. Según información que me ofreció la compañera Maba, el presupuesto para la prueba piloto de la Memoria Histórica de los archivos en la provincia Granma […] no fue aprobado. En estas condiciones es muy difícil trabajar por la Memoria Histórica, hacer ciencia o servir al país.

Con toda consideración,

Delio Orozco González.
Historiador.
Manzanillo de Cuba.

También escribió a la Delegada del CITMA en la provincia; quien; en su respuesta y entre otras cosas le decía al manzanillero: “[…] si me parece que debes valorar como cuadro que el compromiso con la Revolución va más allá de soluciones a problemas materiales sobre cuya causas nos puede faltar información y más allá de decisiones del organismos superior que nos pueden parecer o no correcta e incluso que pudieran no ser correctas en el supuesto de que Ud tuviera la verdad absoluta sobre los hechos que me comenta.”

A esta opinión respondió Orozco González con respeto y convicción:

Estimada Iris:

Gracias por responder y buscar información sobre los temas que le he planteado y, más que buscar información, me atrevo a sugerirle nos ayude a encontrar una solución positiva; o sea, se asigne el presupuesto para el Proyecto Piloto […]

Finalmente, mi compromiso hacia Cuba está fuera de toda duda, mi obcecación por servirle desde donde vivo y padezco, de ser útil, de poner la cuota de talento que me toca a los pies de esta es prueba irrecusable de lo que digo; empero, esa voluntad de servicio necesita ser alimentada con recursos y medios materiales porque la ciencia comprometida y al servicio de una nación -en este caso la histórica y archivológica-, necesita de concreciones, si no, el acto creativo y comprometido deviene pura palabrería.

Me permito recordarle una frase de los evangelios: «Los hombres, como los árboles, los conoceréis por sus frutos».

Espero contar su valioso concurso para llevar a feliz término esta obra de servicio; no olvide que fue Ud. quien, con sentido de pertenencia y quizás visión, le dijo a Elba Rosa que, si de inmediato no se podía generalizar el proyecto, podíamos empezar por la provincia demostrando, con su aplicación entre nosotros, la viabilidad de la idea.

Queda de usted con toda la consideración que me merece,

Delio G. Orozco González.
Historiador.
Manzanillo de Cuba.

Inmersos en la batalla contra el desaliento y la abdicación estaban los manzanilleros (habían caído desde buena altura) cuando el discurso del Vice-Presidente de los Consejos de Estado y Ministros, Miguel Díaz Canel, en la clausura de la Conferencia sobre Informatización y Ciberseguridad, celebrada apenas dos meses después de la no atención financiera al proyecto, vino a dar un espaldarazo a su pretensiones y refrendar su fe. Orozco González decía: “¿Sabrá Díaz Canel que desde hace años tenemos lo solicitado por él?; o sea, la posibilidad de generar contenidos nacionales, informatizar dando prioridad a estándares libres y en ese misma cuerda potenciar la historia y cultura nacional. Deploraron no tener a mano un número telefónico o un medio expedito de comunicarse con el Vice-Presidente.

El discurso avivó los ánimos y otra oportunidad se delineó en el horizonte. En abril del año anterior y durante las sesiones del XXI Congreso Nacional de Historia celebrado en Camagüey, el historiador conoció y compartió con René González Barrios, el nuevo Presiente del Instituto de Historia de Cuba (IHC); también intercambiaron opiniones y criterios sobre la utilidad y potencialidades de las TICs para la promoción de la agraciada de Clío en los nuevos escenarios; luego, platicaron por teléfono desde la casa de Miguel Esquivel en CENPALAB -hogar visitado en esos momentos por Orozco González- y acordaron buscar un espacio para, con mayor detenimiento y de forma práctica, pudiera este último mostrar su hacer y experiencias. Ahora, abril del 2015, el referido Instituto, de conjunto con universidades y otras organizaciones (el Archivo Nacional entre ellas), organizó el XI Taller Internacional “Problemas teóricos y prácticos de la Historia Regional y Local”. El archivero e historiador participó en el encuentro con la ponencia titulada “Tecnologías libres para la preservación, difusión y socialización de la memoria histórica. Una experiencia desde la Cuba profunda», tópico incluido en la línea temática: Las tecnologías digitales en el estudio de las regiones y localidades; además, y a tenor de su experiencia (25 años de trabajo en un repositorio municipal), los organizadores del evento decidieron moderada la mesa intitulada «Archivos y bibliotecas regionales y locales. Organización, problemas y perspectivas».

Clausurado el taller y después de un recorrido que incluyó la visita a productores de frutales -itinerario organizado por CENPALAB y el propio Instituto de Historia-; en tanto, muchos de los mexicanos asistentes al encuentro mostraron experiencias relativas a la problemática rural en su país, en la misma casa de Esquivel y mientras degustaban un café, Orozco mostró a González Barrios las enciclopedias y productos digitales concebidos con las herramientas y metodologías desarrolladas en una década de trabajo. Grata impresión produjo en el Presidente del IHC el resultado del trabajo, comentó -ahora que podía ver in situ los beneficios-, el aporte que lo creado podría ofrecer a la publicación de las síntesis histórica de los municipios cubanos, orillando inconvenientes de variada índole que habían imposibilitado la consumación definitiva de la obra. El manzanillero, por su parte, acotó que no solo daría cumplida salida al objetivo trazado a finales de los años 80 y principios de los 90; sino, que abriría un abanico de posibilidades extraordinarias para dar continuidad y amplificar una obra necesaria. Al despedirse, René González le dijo a Delio Orozco: “Envíame lo antes posible la fundamentación, para ver si podemos incluirla en el Programa Nacional de Historia que está por salir y yo te hago llegar las directrices del mismo”.

De vuelta en su oquedad, el historiador envió lo convenido y mucho más. En correo electrónico a su colega y amigo de años Ovidio Cosme Díaz (había participado de la evaluación de Papiro en 2004), le dice:

Estimado Ovidio:

Espero te encuentres bien de salud al igual que todos los tuyos. Llegué a casa bien pero adolorido por culpa de los chinos (el asiento de la Yutong 🙂

Hermano, empecé a crear, con el CD que me diste y empleando nuestra tecnología, un libro digital con las Memorias del XI Taller de Historia Regional y Local, es una prueba -otra más-, de la plasticidad y posibilidad de Alarife y quiero entregárselo a ustedes como contribución a la difusión y socialización de la Memoria Histórica en Cuba. Para agilizar el proceso y no tener que escanear los resúmenes, deseo me hagas llegar en formato digital los resúmenes tal como los imprimieron en el folleto que distribuyeron.

El libro será una especie de Enciclopedia Digital en formato web; por tanto, será portable (se puede consultar en CD, DVD, SSD, discos extraíbles o memorias flash), multiplataforma (se puede consultar en Windows, GNU/Linux, Mc OS, Unix, BSD, etc) y de fácil manejo (no hacen falta conocimientos especializados ni instalación).

Finalmente, se podrá buscar por título, autor, resumen y palabras claves.

Sería bueno contar con las palabras de apertura de Yoel Cordoví y las de clausura de René; también sería útil colocar la relatoría final.

Le envío a René copia de este mensaje para, si es preciso cualquier aprobación o visto bueno, hacer expedito el procedimiento.

Un abrazo y toda mi estimación,

Pasados unos días y ante el silencio, Delio Orozco llama y contacta telefónicamente con René González, le dice que ha enviado de forma electrónica los fundamentos teóricos del proyecto de las enciclopedias; su colega responde no ha recibido nada, solo el mensaje donde ofrecía confeccionar un libro digital con las Memorias del taller; de inmediato, el epígono de Herodoto reenvía la documentación y queda a la espera. Discurre el tiempo y por otras manos llegan a Delio los programas nacionales de investigación, entre ellos el de Historia. Le duele, como es natural, el silencio de su colega y a este escribe con franqueza y sin dobleces:

Estimado René:

Deploro tener que escribirle estas líneas pero su silencio aumenta la amargura que siento y demuestra que, lamentablemente, no hay interés alguno en trabajar sobre la Memoria Histórica del país, por lo menos en otra forma o modalidad que no sea la que se establezca por los que regentean las líneas de trabajo en este sentido desde la capital; como si la idea de construir las enciclopedias digitales de los municipios cubanos no fuera, al día de hoy, la opción más viable, sostenible, inclusiva y socializadora del conocimiento histórico y cultural cubano. No lo digo yo, la práctica, criterio valorativo
de la verdad, así lo prueba.

Esperaba que después de nuestra rápida conversación en casa de Miguelito y la oportunidad que tuvo de visionar los productos que allí le mostré tomaría Ud. algún interés por esta propuesta; incluso, cuando platicamos por teléfono y me dijo no había recibido nada, de inmediato le reenvié el mensaje y solicité me enviara el proyecto del Programa Nacional de Historia para, con la urgencia a que me conminó, le hiciera llegar la propuesta para inscribir el proyecto pues estaba casi terminada la fecha. Lamentablemente, durante dos meses quedé esperando noticias pero solo obtuve el silencio por respuesta.

La semana pasada llegan a mis manos, por otras vías, las directrices del Programa Nacional de Historia y podrá entender los sentimientos encontrados que me embargaron cuando veo que es el Instituto de Historia de Cuba la entidad encargada de gestionar el Programa y Ud. el responsable directo de su ejecución asistido por el Dr. Elvis Raúl Rodríguez Rodríguez.

Por lo que he podido percibir -y perdóneme la franqueza-, entre los 30 proyectos estimados que podrían llegar a financiarse no está el de las Enciclopedias Históricas y Culturales de los municipios cubanos. Resulta inconcebible, incoherente y hasta un acto «contra sí», en las actuales condiciones de Cuba, no apostar por un proyecto de este tipo; lo que me lleva a la conclusión de que las razones para desestimarlo nada tienen que ver argumentos de concreción o financieros porque el programa previsto, para 5 años, prevé el desembolso de 65 000.00 CUP y 7 000.00 CUC (por año), lo que haría un total al finalizar el quinquenio de 325000.00 CUP y 35000.00 CUC. Para algunos, mi salvaje rebeldía e inveterado hábito de decir lo que pienso y expresar lo que siento, es algo que debe castigarse sin misericordia alguna; empero, si para lograr algo o servir -incluso a mi país-, tengo que morderme la lengua, doblar las rodillas o bajar la cerviz, entonces, de mi no se ha de esperar otra actitud, cuando menos, que la de Prometeo; mucho he aprendido del hombre de la Cruz y del de Dos Ríos para ser de otra manera. No obstante, si Ud. considera que los esfuerzos, oficios, experiencia y voluntad de este librepensador pueden serle de utilidad para impulsar una obra de bien común, como la que le he propuesto, sepa que siempre estaré a su entera disposición.

Con toda consideración,


Delio Orozco González.
Historiador.
Manzanillo de Cuba.

Diez años después de aquel 20 de octubre, la marcha atrás, la renuncia o el abandono, eran soluciones impensables, habían hecho suyo el lema de la guardia imperial en Waterloo: “La guardia imperial muere, pero no se rinde”; por ello, conversaron con la Dirección de Deportes en Manzanillo e iniciaron la creación de la Enciclopedia del Deporte en la ciudad; mientras tanto, Jesús Fajardo Palomino hace gestiones para entrevistarse con la Ministra del CITMA porque, como dijera Fidel Castro en 1975: «[…] Para que una idea triunfe hay que empezar a pensarla bien, hay que predicarla, hay que defenderla, hay que persuadir a mucha gente y entonces, al final, la idea triunfa».

Una emboscada del destino.

«Lo malo ha de decirse, aunque sea nuestro«.
José Martí.

Por varias razones, éticas y prácticas, han de ponerse sobre la mesa los yerros que en la brega diaria cometen los hombres de conciencia. En primer lugar, una cuestión de coherencia intelectual los impele a reconocer -a no ser que sean inconfesables-, la totalidad de sus actos pues asumen que no poseen del don de la infalibilidad; segundo, solo el que obra se equivoca, quien no siente la inquietud soberana de crear y transformar se abroquela en la sublime rutina de sus días y no molesta, no incomoda, no desentona; tercero, la condición humana hace que lo nuevo, diferente y distinto obtenga por derecho propio el juicio severo de otros; quienes, no por maldad, sino, por naturaleza, cuestionan lo que de ellos no proviene y esconder errores que otros podrían sobredimensionar sería ofrecerles motivos para deslegitimar cualquier obra, ya que entre hombres puede obrarse bien durante años y en cuestiones de minutos, animados por la condición pendular de los juicios, los afectos y los intereses, pasar del cariño al desprecio o cuando menos la indiferencia. Por ello, como alerta y aviso y porque los equívocos, a pesar de su origen, equívocos son, los archiveros manzanilleros vinculados a las TICs creyeron oportuno hacer pública la mala pasada que les jugó la ingenuidad porque ella podría, a tenor de lo supradicho, atentar contra una experiencia que merece ser cumplida, no porque resulte hermosa ensoñación; sino, porque es válida además contribuir a socializar las esencias distintivas de cualquier colectividad humana: la historia y la cultura.

Fue el sentido común, el sentido que más comúnmente falta a los hombres, el faro y la guía en el empleo de las TICs para el Archivo Histórico de Manzanillo. Desde que al repositorio llegó la primera computadora en 1995, evitar la difusión de lo moralmente punible en cualesquiera de sus variantes, dar uso colectivo a los medios informáticos, preservar el patrimonio digital y como patriotas impedir la difamación y el escarnio contra el suelo que los acunó -porque patriota es aquel que ama su país y procura todo su bien-, devino el mejor Plan de Seguridad Informática que lograron implementar, validado en veinte años de trabajo sin incidencias notables, hasta junio de 2015.

Cuando en septiembre de 2012 crearon el foro «El Archivero Cubano» pionero de su tipo en el ciberespacio antillano, fueron estas las reglas definidas para su explotación:

=Insultar y/o agredir a cualquier usuario del foro o a personas ajenas al mismo.
=Discriminar por raza, religión, orientación política, preferencia sexual, cultura (nacionalidad), sexo o edad.
=Incluir en tus mensajes imágenes, vídeos y/o direcciones sobre pornografía.
=Incluir en tu perfil (firma, avatar o cualquier otro campo) datos o mensajes que puedan llegar a ofender/perjudicar a otros usuarios o personas ajenas al foro.
=Crear temas sin sentido, que aporten poco o nada al foro (SPAM o FLOAT) en el cual fueron creados con el único fin de aumentar la cantidad de mensajes.
=Publicar material (escrito, gráfico o de cualquier tipo), que pudiese provocar un daño a cualquier usuario que pertenezca o no a la comunidad. Esto incluye tanto a su salud física como psíquica.
=Hacer públicas conversaciones privadas con otro miembro del foro, sin tener el consentimiento de la otra parte.
=Publicar material extraído de otro medio sin citar su fuente.
=Publicar más de un mensaje o tema con el mismo contenido.
=Promocionar otras comunidades, sin previa y expresa autorización de los Fundadores del Sitio (los cuales sólo permitirán publicar aquellas que, por su índole, brinden un beneficio distinto al
servicio que presta este Foro.
=Utilizar los foros como canales de chat.
=Publicar temas que no estén vinculado al trabajo archivístico.
=Insultar y/o agredir a cualquier usuario del foro o a personas ajenas al mismo.
=Aunque no tememos al debate político, este no es un espacio de confrontación; por tanto, no se admitirán opiniones a favor o en contra de sistema político alguno.
=Si bien está prohibida la discriminación por creencias religiosas en el Foro, éste no es un espacio para debatir estos temas, tan delicados y tan unidos a la sensibilidad humana, por tanto,
pedimos a los foristas no emitir opiniones y juicios o publicar temas referidos a la religión.
=Publicar cualquier cosa que viole la propiedad intelectual, así como la publicación de material extraído de otro medio sin citar su fuente.

Durante casi tres años y difundiendo temas vinculados con la Archivística, la Historia y las TICs, fue este un espacio para el intercambio y el encuentro, lamentablemente no entre los archiveros cubanos porque los mismos no han logrado establecer una verdadera red digital a pesar de la propuesta nacida en Manzanillo de crear el «Grupo para la Informática de los Archivos Históricos pertenecientes al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente» (GIAH-CITMA); sino, entre jóvenes cubanos que llegaron al mismo en número cercano a mil. Desde adolescentes hasta personas adultas, con variados intereses, se registraban en el foro y de manera obligatoria, al menos, lograron enterarse y conocer que era y para que servía un archivo; pues, a pesar de solicitar con frecuencia la apertura de otras temáticas como deporte, música o modas, la línea editorial se mantuvo inalterable. Uno de los servicios ofrecido por el foro era la mensajería entre los registrados en el mismo y fue esta funcionalidad el resquicio por el cual, como caballo de Troya, se coló un bromista irresponsable.

Una forera, con el nick “Claudita-93” y 23 años de edad, obtuvo o dispuso de la cuenta de correo de una funcionaria del Grupo AZCUBA para registrarse en la plataforma digital “El Archivero Cubano”; otro de los registrados le prepara una broma y escribe un correo que decía más o menos: “Ud. será sometida a los tribunales competentes teniendo en cuenta el incumplimiento de sus obligaciones […]” Parece ser que la poseedora de la cuenta se atemoriza, entrega el mensaje a Seguridad Informática de su empresa y esta lo hace llegar a la OSRI (Oficina de Seguridad de Redes Informáticas), entidad
que siguiendo el rastro o trazas dejado por el mensaje llega hasta el Archivo de Manzanillo. Cuando el día 10 de julio de 2015 se personaron los responsables de la OSRI en el repositorio, hacía cerca de una semana que el foro estaba fuera de servicio; no obstante, comienzan una inspección y encuentran las siguientes irregularidades:

1.-No se guardaban las trazas del foro. (Eran estas las únicas que no se respaldaban; pues, todo el tráfico de correo y navegación que salía de la institución era archivado.)
2.-Aún estaban activas dos cuentas de correo de trabajadores que ya no laboraban en la institución.
3.-El foro, solo desde el punto de vista técnico (apariencia, colores e íconos) era administrado por alguien ajeno a la institución.
4.-Se detectó una laptop ajena a la institución. (Es una práctica común entre los informáticos la ayuda y colaboración entre colegas y el equipo estaba allí con ese objeto.)

Ipso facto, las cuentas se desactivaron y cuando el foro, previa consulta se levantó por unos días hasta su clausura, fue administrado totalmente por el informático. Estas irregularidades tuvieron como causa el desconocimiento; sin embargo, un precepto jurídico establece que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento; por ello, se creó una comisión que inició un proceso de investigación y como medida cautelar retiró los servicios de comunicación. Tal medida no solo aisló la institución para el trabajo administrativo, sino que, al privarla de conectividad, impidió pudiera esta prestar los servicios digitales que brindaba; por ejemplo, dos días antes de la desconexión Orozco González escribía a sus superiores:

En virtud de los servicios que brindamos a través de nuestro portal, una cliente española se ha interesado en documentos vinculados con su familia; cuestión que demuestra, una vez más y ahora desde el punto de vista económico, lo acertado, útil y provechoso de la propuesta digital que hemos desarrollado e implementado; solución que desde hace tiempo desarrolla el Archivo con más experiencia en el mundo hispanoamericano: el Archivo de Indias en España.

En virtud de lo anterior, les estoy pidiendo me hagan llegar las generales de la cuenta en divisa del CITMA en la provincia para que la persona interesada que tiene por nombre Laura Trinidad Deocón, pueda transferir hacia dicha cuenta la cantidad que establece la tarifa de servicios por las certificación de cuatro (4) escrituras notariales.

Kenia me comentó de manera rápida por teléfono que, según Gumersindo, el CITMA en la provincia no tiene cuenta en Divisa; cuestión que me extraña porque el año pasado ingresamos, por venta de servicios, 65 CUC y en nuestra tarifa, el cobro a extranjeros está fijado en pesos convertibles.

A favor del informático de la institución está el hecho de que los inspectores fracasaron en el intento de vulnerar el servidor; el blindaje concebido para proteger la información de ataques externos había funcionado.

La aplicación de la responsabilidad colateral en la gestión administrativa cubana ha provocado opiniones y sentimientos encontrados entre cuadros y funcionarios. Por un lado, los obliga a estar más atentos al desempeño de sus subordinados y por otro, la diversidad de situaciones ofrecidas por la praxis diaria, el cúmulo de objetivos y tareas a cumplir junto a la variedad de recursos humanos bajo su dirección en condiciones no siempre favorables, les hace muy difícil -casi imposible-, ejercer un control absoluto sobre los procesos organizacionales: la vida es y será siempre más rica que cualquier planificación; por ello, cuando se produce un incidente como el narrado en el cual comienzan a demandarse responsabilidades, un sentimiento de mortificación les embarga y miran con ojeriza y desconfianza a los infractores; es natural, nadie desea se le imputen responsabilidades por los desaciertos de otros; sin embargo, es en ese momento cuando la serenidad y el tino deben aparecer en escena para ponderar la falta, su trascendencia y el daño provocado en su justa medida, porque del mismo modo que la luz se descompone en siete colores, no tienen el mismo peso las irregularidades detectadas en el repositorio manzanillero a que hubiesen incurrido en distribución de pornografía, venta de cuentas de correos y acceso a Internet con el objeto de lucrar, intentos de penetrar servidores ajenos, distribuir software maligno, develar información clasificada o secreta y contribuir a dañar la imagen del país; además, en el intento de cortar por lo sano se toman decisiones extremas que no solo entorpecen el laboreo diario; sino, podrían destruir lo construido con tanto esfuerzo, resultando el remedio peor que la enfermedad. Ante esta situación y presagiando la tormenta, Orozco González escribió a Iris Betancourt, Delegada del CITMA en la provincia:

Estimada Iris:

Adjunto en formato .pdf el fichero titulado Cronología, en el mismo se hace un balance del trabajo vinculado a las TICs en nuestra institución y el reciente incidente relacionado con la seguridad informática. Copia parcial de este lo tiene Gumersindo; pues, él y la compañera que lo acompañaba llegaron en el momento en que estaba redactándolo.

Servirá el mismo para que los que tengan que enjuiciar nuestro trabajo puedan sopesar; pues, en todo juicio es preciso evaluar agravantes y atenuantes. Reconozco las deficiencias señaladas por la OSRI; pero, una evaluación sosegada y justa podrá aquilatar que la balanza se inclina, sin duda alguna, hacia lo positivo, no solo por lo que hemos trabajado; sino, por todo lo que hemos logrado. Los hechos lo confirman.

Alguien, con acierto indiscutible y entendiendo de manera inmejorable la condición humana cuando se siente asediada por la acción de otros, sentenció: “Es preciso acabar con los errores que cometen los hombres, no con los hombres que comenten los errores, porque llegará el día en que nos quedaremos sin hombres y los errores seguirán existiendo”.

Las preguntas del clamor.

¿Por qué no decidir la construcción de las enciclopedias de los distintos municipios cubanos si sus beneficios, probados, son innegables?, ¿por qué no se dan las orientaciones y establece un proyecto nacional con ese fin si el costo es casi simbólico y se cuenta con los recursos humanos y materiales?, ¿por qué no se responsabiliza a un organismo o ministerio para llevar a vías de hecho esta propuesta?, ¿por qué no se generaliza la experiencia del Archivo Histórico de Manzanillo y se inicia una estrategia de trabajo para, con el uso de las TICs -especialmente las libres-, contribuir a la preservación, gestión y socialización del patrimonio documental cubano, tesoro que reclama a gritos una intervención a su favor? Lamentablemente, diez años después, estas interrogantes siguen sin respuesta, ¿se cometerá la torpeza de no responderlas o hacerlo negativamente? Se ha dicho, obren los que deban.

Manzanillo de Cuba, octubre de 2015.