Resumen: Artículo que versa sobre el otorgamiento de una sede de la UNEAC a Manzanillo, la inauguración de la casa y palabras inaugurales pronunciadas por el presidente.
Por: Julio Sánchez Chang +
A la carga emotiva con que los manzanilleros recibimos cada 15 de junio por ser el día en que conmemoramos el aniversario del deceso del poeta Manuel Navarro Luna, se unió este año 2005 la emoción de inaugurar la sede del Comité Municipal de la UNEAC en esta ciudad.
Durante las sesiones del IV Congreso de la UNEAC se crearon los Comités Provinciales de la organización, ocasión en la que el Comandante en Jefe Fidel Castro indagó acerca del tratamiento que se daría a Manzanillo por tener una larga tradición cultural y vivir en esta ciudad una gran cantidad de escritores y artistas, surgió entonces la idea de crear el Comité Municipal. Con posterioridad se trabajó intensamente teniendo como base de operaciones a las instituciones culturales del municipio, en espera de tener un local propio. Gracias a la voluntad política del Partido Comunista y el Poder Popular tanto en la provincia como en el municipio se asignó una casa para que fuera la sede y se iniciaron de inmediato los trabajos de remodelación. Existía, al lado de la casa, un terreno baldío propiedad particular de un hombre que en gesto de nobleza y generosidad lo puso a disposición del naciente proyecto, vale destacar que esa persona es el muy reconocido Dr. Románico Arjona, quien fue nombrado junto a su familia como Invitado de Honor Permanente a las actividades de la sede.
Trabajaron intensamente en la ejecución del proyecto, entre otros, el afamado arquitecto Rafael Andino Fernández, los obreros de la Empresa Municipal de la Construcción, el Fondo Cubano de Bienes Culturales y los propios artistas miembros de la UNEAC, así como los trabajadores de la sede y colaboraron oportunamente: la Oficina de Historia del Consejo de Estado, la corporación COPEXTEL.SA, ETECSA, EMSUNA, la comercializadora ESCAMBRAY.SA y la Dirección Municipal de Cultura.
La inauguración dada su trascendencia, se convirtió en un acontecimiento cultural de la nación y a la misma asistieron: dirigentes del Partido y el Gobierno en el territorio encabezados por Lázaro Expósito Canto, Primer Secretario del PCC en la provincia de Granma, también concurrieron a la cita un grupo de destacados intelectuales de reconocido prestigio nacional e internacional comandados por el poeta Carlos Martí Brenes, Presidente de la UNEAC en el país.
El espectáculo inaugural estuvo dirigido por el prestigioso artista Dionisio Ponce Ruiz, quien lo concibió como un paseo por la historia cultural de la ciudad, de esta manera se inició con un pasacalle del grupo folklórico Okán Addé, que con sus cantos afrocubanos acompañó a tres de sus bailarines interpretando a los orishas Eleguá, Ochún y Changó quienes condujeron a los participantes por la calle hasta la entrada de la sede, una vez abiertas las puertas esperaban los actores del Laboratorio Teatral ATEGUA con textos y movimientos corporales llenando los espacios de la Galería de Arte; acto seguido los participantes penetraron al patio donde fueron recibidos por el grupo de Danza Contemporánea que interpretó Suite a Manzanillo –obra musical concebida por el maestro Wilfredo Pachi Naranjo-. Sorprendente fue la interpretación del Himno Nacional por parte del órgano El Radio 2, a lo que siguió una muestra del quehacer interpretativo del maestro Lino Borbolla –maestro del saxofón- que ejecutó su instrumento haciéndose acompañar por el mencionado órgano; participaron artistas procedentes de La Habana especialmente invitados para la ocasión (Marta Anglada, Jorge Garro), también estuvieron presentes y brindaron su arte el trío Los Bohemios, Doris Stevens, Damaris Diéguez, Yudith Álvarez, Bernardo Antonio, el pianista Pedro Rivero Ruiz, y los cantantes de la orquesta Original de Manzanillo Pedro Rivero González y Rogelio Mendoza (Nono).
Las palabras finales estuvieron a cargo de Francisco López Sacha, Presidente de la Asociación de Escritores de la UNEAC, quien estuvo antecedido por el ya mencionado poeta Carlos Martí -el que, visiblemente emocionado, expresó: “se hizo posible la utopía”- y Julio Sánchez Chang en su condición de Presidente del Comité Municipal de la UNEAC en Manzanillo, cuyas palabras fueron:
Compañeras y compañeros:
Hace ya algunos años el destacado intelectual Enrique Núñez Rodríguez dijo ante la tumba de Manuel Navarro Luna que ese era el lugar menos indicado para encontrarlo porque el poeta andaba por cualquier sitio de la ciudad diciendo sus enormes cantos a la Revolución, esta inauguración confirma esas palabras pues, planificada para fecha anterior se pospuso por razones de fuerza mayor y así, sin darnos cuenta, vino a celebrarse justo cuando conmemoramos el aniversario treinta y nueve de la muerte física del autor de las Odas Mambisas. Que este sea entonces el gran homenaje al poeta.
Cúmplese hoy el sueño de muchos entre los que descuella el del Comandante en Jefe, quien al fundarse los Comités Provinciales de la UNEAC se interesó por el tratamiento que recibiría Manzanillo teniendo en cuenta su larga y reconocida tradición cultural y la existencia en él de un numeroso grupo de destacados escritores y artistas, cosa de la que pueden dar fe algunos de los presentes, entre ellos, nuestro querido Humberto Rodríguez Manso a quien consideramos fundador de este Comité Municipal.
Esta sede que hoy inauguramos cuenta con una galería de arte que llevará el nombre de Julio Girona, una sala de video y conferencias, una sala de navegación que hemos querido nombrar Litoral en recuerdo al boletín que titánicamente animó Wilfredo Naranjo Gauthier, una librería que llamaremos El Arte porque fue la imprenta de ese nombre la que hizo posible una de las empresas editoriales más nobles en la historia de las letras cubanas y este hermoso patio del que disfrutamos gracias a la generosidad del Dr. Románico Arjona y su familia, y que será propicio para la ejecución de más de diez proyectos artísticos que de inmediato echarán a andar, entre los que se cuentan peñas, tertulias, cursos, talleres y espacios para la polémica y el debate. Este sitio está llamado a ser no sólo casa de los artistas sino la primera trinchera en la lucha contra la banalidad, la improvisación y la seudo cultura; en la lucha por alcanzar una obra que no haga concesiones éticas ni estéticas, en la batalla por revelar y fortalecer la inteligencia y la conciencia política de nuestro pueblo, por fomentar una cultura del debate, por defender los ideales de la nación cubana y desarrollar nuestra identidad; todo como estrategia de salvación de la independencia y la soberanía en medio de un mundo que cada vez más se aleja de esos valores, conscientes de que ser artista en esta ciudad entraña compromisos mayores por ser herederos de la militancia revolucionaria de Navarro Luna, del antifascismo de Julio Girona y del antimperialismo de Julio César Gandarilla, así como de la profunda vocación martiana del Grupo Literario.
Queremos, en nombre de todos los artistas de la ciudad, agradecer al Partido y al Gobierno, tanto en la provincia como en el municipio la voluntad, el empeño y el apoyo invaluable a esta obra; también a la UNEAC en el país y la provincia, sin cuyo concurso no hubiera sido posible llegar a la meta en las excelentes condiciones en que lo hacemos, a los trabajadores de la construcción y de servicios comunales, a los artistas que generosamente donaron sus obras, a los artesanos artistas del Fondo Cubano de Bienes Culturales y muy especialmente al colectivo de trabajadores de esta sede que trabajaron incansablemente para que este sitio sea funcional y hermoso.
Queridos amigos.
La cultura es luz, sólo los ciegos de espíritu no pueden verla, y de esa luz está llena siempre la ciudad que como madre mayor extiende sus brazos para proteger a sus hijos de hoy y conservar para el futuro la memoria de los hijos de ayer. La cultura es riqueza, sólo los pobres de espíritu lo desconocen, y de riqueza está siempre llena la ciudad que como madre nutricia alimenta a sus hijos de hoy con la savia de los hijos de ayer. la cultura es vida, sólo los muertos de espíritu lo ignoran, y de vida está llena siempre la ciudad que como madre inmensa insufla en los hijos de hoy la pura energía de sus hijos de ayer. El color se une al verso para celebrar la fiesta de vivir en la ciudad donde hay coros angélicos, rasgar de cuerdas, percutir de cueros, un dulce llover de sonidos que va componiendo la canción definitiva a la esperanza, a la riqueza, a la luz. Bienaventurados nosotros que aquí estamos.
Muchas gracias.
Tomado de: Enciclopedia Manzanillo.